miércoles, 30 de noviembre de 2011

Un nuevo capítulo sobre la restauración de la iglesia de Santiago

La Iglesia reprocha a la Junta de Andalucía el abandono de Santiago


La institución asegura que la financiación de la segunda fase de la rehabilitación está sujeta a la firma de un convenio con Cultura
30.11.11
La Iglesia reprocha a la Junta de Andalucía el abandono de Santiago

«De la segunda fase de rehabilitación no hay nada acordado. No me consta ningún documento», aseguró ayer el delegado diocesano de Patrimonio, Enrique Soler, respecto al anuncio de la Junta de Andalucía de que tiene que ser la Iglesia la que sufrague el 100% del coste de los trabajos que completen la reforma. Lo dijo el lunes el consejero de Cultura, Paulino Plata, cuando aún no han terminado la primera fase por el abandono de la empresa.


La situación de uno de los principales templos jerezanos es complicada ya que, además de la paralización de las obras de emergencia, su continuación se adscribe a la firma de un nuevo convenio con la administración andaluza. Se trata de un acuerdo marco que existe en todas las diócesis de la comunidad autónoma y que también existe en Asidonia-Jerez aunque ya está agotado después de una década de vigencia. Los proyectos que se incluyeron en él ya se han acometido. El último de ellos fue la reforma de la iglesia de Setenil, de gran valor artístico.
Santiago no es uno de los diez templos que aparecen en el citado acuerdo pero hubo que actuar de urgencia debido al mal estado del templo. La intención de la Diócesis es que la segunda fase de su rehabilitación figure en el próximo, por lo que la Junta tendría que aportar el 50% de la financiación. «Nosotros no podemos actuar directamente, sino con la administración», insistió el responsable.
Lo que más preocupa a Soler es «el estado de abandono» de la iglesia de Santiago y la «indefinición» en la que se encuentra el edificio por la paralización de las obras tras la suspensión de pagos de Cintra, la empresa adjudicataria de los trabajos. «La Junta tenía que haber respondido», asegura, recordando que «las vallas que hay alrededor del templo, en vez de proteger, han servido de guarida». Hay que recordar que esta situación ha provocado que el templo haya sido objeto de varios actos delictivos a lo largo de los últimos meses. «Lo que tienen que hablar con nosotros es cómo se va a terminar la primera fase», aseguró el responsable.
Lo inmediato para la Diócesis es «acabar las obras» y luego «ver qué daños han producido los casi dos años de abandono, algo que nadie tiene previsto». Según Soler, «hay humedades, vías de agua... y a eso hay que hacerle frente». Según estipula la ley del patrimonio de 2007, durante las obras hasta los propietarios tienen que contar con el permiso del arquitecto para accceder al templo: «Precisamente cuando se cumple la ley, el patrimonio queda desatendido», aseguró Soler.
Como síntoma de esa desatención de la administración, el delegado diocesano de Patrimonio citó la ausencia de reuniones periódicas con Cultura. «Hay unas ponencias técnicas en cada diócesis, que deben reunirse al menos una vez al año. La última que se celebró en Jerez fue en abril de 2009», indicó el responsable.

«Necesitamos su ayuda»
«Nosotros estamos totalmente dispuestos a sentarnos con la Junta de Andalucía para resolver esta situación y ya lo hemos pedido», explicó Soler. «Tenemos que actuar con la administración porque necesitamos su ayuda. Es un patrimonio que beneficia a la sociedad, a la cultura y al turismo de la ciudad», señaló el delegado diocesano.
Destacó, además, que los templos sufren a veces «problemas sobrevenidos» por causas ajenas a los templos, como obras colindantes o la vibración del tráfico rodado, como es el caso de Santiago. «La Iglesia no puede mantener al 100% todo el patrimonio que tiene», dijo.
Dos millones para continuar
Una vez que se desbloquee la actual situación de la parroquia y se fijen los términos y la financiación, se acometerá la segunda fase. En este punto de la reforma, hay actuaciones de mayor y menor importancia para el templo. «Quedan los tres arcos de la capilla y ábsides mayores. También hay que adecentarla en las partes más ornamentales», recordó Soler. El coste estimado de esta segunda intervención, una vez consolidada la estructura del templo, es de casi dos millones de euros.
Entre otras medidas, incluye la reposición de la solería -que se levantó para poder actuar en el subsuelo- y el saneamiento de las cubiertas del templo.

FUENTE: LA VOZ JEREZ

3 comentarios:

Yolanda Fernández Castañeda dijo...

Yo soy del barrio de Santiago, vivo en el barrio de Santiago y paso a diario por la Iglesia de Santiago. Para mí es como hacer el camino de Santiago, solo que a la inversa: voy camino a los infiernos. Malos olores, basura, chapa que parece que se te va a caer encima a la más mínima racha de viento, un estercolero que cualquier día nos da un disgusto, porque las piedras no parecen muy bien sujetas que digamos unas a otras, y, como este año llueva a conciencia, no hay que descartar una actuación de urgencia. No quiero ni pensar en cómo estará por dentro. A eso hay que sumarle el abandono de un barrio que cada día es más evidente. Patético es pasearse por la calle Merced con la mitad de las casas a medio caerse o ver el mítico Boquerón de Plata cerrado. Misión imposible es ver algún barrendero por la zona o una máquina de esas que lavan los contenedores de basura, no digamos ya de aquellas que limpian calles (no sólo en la Porvera vive gente). Supongo que por eso se hace tan difícil sobrevivir al paso de peatones que hay en la calle Merced, junto a la Iglesia de Santiago: los conductores piensan que es zona de derribo, escombrera inhabitada, y 9 de cada 10 no frenan.
Restaurar Santiago es, no importante, es fundamental, esencial: sin Iglesia no hay Barrio, cerrar Santiago es matar Santiago, son lo mismo.

Jerez dijo...

Amiga Yolanda, el abandono del barrio de Santiago, que tan bien has descrito, no es más que el efecto de la Hipocresía que corrompe nuestra sociedad.

Todo el mundo dice morir por la Iglesia de Santiago pero a la hora de la verdad:

Los flamencos, el que pudo y puede se fue o se va a un piso o una unifamiliar, y el que triunfó al chalet. Y el que se quedó no mira más allá de la tasquita...

La Iglesia, con una pesada carga espiritual, social, patrimonial (sí lo reconocemos), pero que escurre el bulto cuando puede. Y de las hermandades que tenían culto en la parroquia ni hablamos...

El Ayuntamiento, que vende a bombo y platillo el reconocimiento del Flamenco como patrimonio de la Humanidad, dejó y deja que la ruina y la especulación acabe con sus cunas: esas antiguas casas de barrio de Santiago, nobiliarias unas, más populares otras, que convertidas en casas de vecinos en en los siglos XVIII y XIX fueron escenarios donde se gestó este cante genuino de nuestra tierra.

Y, finalmente, la Junta, para la que el Patrimonio se convierte según se aproximen unas elecciones en un mero instrumento para lograr sus fines partidistas.

En fin, hipocresía, hipocresía y hipocresía.

PD. el cierre del Boquerón de Plata pone la guinda a esta debacle. No quiero no pensar lo que lo puede sustituir...

J. A. Moreno.

Yolanda Fernández Castañeda dijo...

Amén, J.A., amén.