martes, 26 de febrero de 2013

ALGUNAS NOTAS HISTÓRICAS ACERCA DE LA ANTIGUA COLEGIAL ( I )



Este pasado verano de 2012, los tres miembros del blog estábamos preparando la Ruta que teníamos pensado llevar a cabo, como  sabemos, en el entorno de la Colegial-Catedral del Salvador, la zona más antigua de la ciudad y que tendría su finalización en la hermosa Casa de las Flores, en Salvador nº 5 la antaño calle de las Barraganas.

Cuando estábamos situados en la zona exacta que refleja la fotografía, surgió inevitablemente una reflexión acerca de la posibilidad de que este imponente vano que vemos, hoy camuflado bajo la cal y sabe Dios que más elementos, con ese pequeño tejaroz que tiene debajo una ventana hoy cegada,  y tan cercano a la torre, pudiese ser un resto importante de la primitiva Colegial de la ciudad, anteriormente mezquita. 

Aquel edificio fue demolido casi por completo en 1696 a raíz de una larga serie de desgracias, lluvias, terremotos y descuidos debidos al empobrecimiento del barrio,  sufridas a lo largo de sus muchos siglos de existencia que lo condujeron a tal ruina que fue necesario sustituirlo por el que ha llegado hasta nuestros días. 

Como vemos, Jerez es Jerez, hoy y siempre.




En mi tesis doctoral, defendida en 1994 y publicada en 2003, hacía la relación de todos estos avatares, pero también de los muchos intentos de mantener en pie aquel vetusto edificio, tras descartar cambiarlo de emplazamiento.

Desechada la idea, se comenzó un nuevo templo de cantería junto al antiguo que se debía estar haciendo en 1562, si bien los errores técnicos de su dirección hicieron que el Arzobispado Hispalense enviase a su  Maestro Mayor, Hernán Ruiz II, a revisar las obras que se estaban llevando a cabo en el patio de los Naranjos, detrás del altar Mayor.   

Esta edificación alcanzó una altura considerable, pues había llegado hasta las cornisas, constando además la existencia de un numero indeterminado de pilares y columnas con sus capiteles, una portada y paredes, pero no se terminó al no haber fondos. Así pues, en 1621 se desmontó todo lo referido y el material se empleó en reforzar la vieja construcción medieval ya muy maltrecha. Dichas columnas y pilares se colocaron en la cabecera del templo y se consideraron como "...muy suntuosos...".



Llegamos así a la mitad del siglo XVII; según la documentación consultada, los informes del Maestro Mayor del Ayuntamiento, Diego Moreno Meléndez, acerca de su estado, empezaron  el 7 de Septiembre de 1676 y a través de ellos se puede seguir la historia de su ruina total (ojalá la Historia sirviera de lección a quienes nos des-gobiernan). 


Hubo un sinfin de peticiones de dinero al Ayuntamiento y al Rey, hasta que en 1680 un terremoto hundió la techumbre de madera de la nave del Evangelio: "..el edificio mas principal de la ciudad es también el mas menesteroso..." dicen los documentos.

Ya en 1685 se hablaba otra vez de hacer un edificio nuevo y en 1693 estaban presentadas las plantas, pero se seguían celebrado los cultos en medio de las ruinas. Aún no estaba aprobada ninguna, por enfermedad del Corregidor, hasta que en 1694, en vísperas de la Purísima, todo crujió y se empezaron a caer los techos que aún estaban en su sitio.

Según Repetto Betes, y confirmamos en nuestra investigación, se continuaron los oficios en lo que quedaba del edificio,  a pesar del peligro, pues sólo se mantenía  en activo la nave de la Epístola en la cual se encontraban (Mesa Xinete dixit)  la capilla de las Ánimas y  la del Cristo de la Viga que estaba pegada a la torre de la iglesia  ... (¿Os va sonando?) hoy exenta pero en su origen unida al resto del templo.

Por fin se empezó a trabajar en la nueva edificación, iniciado el sacado de cimientos en 1695, pero la nave de la Epístola seguía de pie, celebrándose allí no sólo la liturgia sino también las reuniones del Cabildo, cerrada con esteras y en una situación calamitosa. 




A través del dibujo de la ciudad realizado en 1567 por Antón van der Wyngaerde, se manifestaba el drástico cambio de orientación del edificio nuevo, pues  el fidedigno y preciso dibujante flamenco  (oriundo tal vez de Amberes, Bélgica) lo mostraba paralelo al Arroyo de los Curtidores, en aquella época aún descubierto y que, tras ser soterrado en 1587 dio lugar a la actual Calzada del Arroyo. Vemos un edificio de aspecto poco uniforme, como si se hubiese ido construyendo orgánicamente y uniendo entre sí diversas edificaciones, sin responder a un plan de construcción previo ni a unas normas coherentes. Resultaba bastante pequeño, en relación al actual.





En fin, la Colegial-Catedral que conocemos se terminó en el siglo XIX pero, ¿y si realmente nunca se hubiese tirado la capilla del Cristo de la Viga puesto que resistió mucho tiempo cumpliendo sus funciones? ¿Y si formase parte de la actualmente llamada "Casa del Abad" y de esta gran construcción en ángulo recto, tan extraña, donde se abren dos posibles alfices  que pueden corresponderse con sendos arcos o ser también dos vanos adintelados? El otro lo vemos en la foto de la ahora conocida como "Calle de la Encarnación"

Y así se lo planteamos a nuestros acompañantes en aquella ruta, en la cual llevé y mostré las fotos de dibujo de Wyngaerde, pues la ubicación de este módulo arquitectónico que parece tener entidad propia, está justo donde lo ubicó Repetto y lo confirmé yo misma en mi tesis. 

El enorme rectángulo con aspecto de alfiz que vemos de frente a la Plaza de la Encarnación no es el único, pues en el mismo modulo arquitectónico, haciendo ángulo con el anterior, observamos ese otro vano rectangular,  apenas visible pero que se nota bajo la cal, mirando en la zona de la pared justo donde está la ventana circular y la farola, ahí se distingue otro recuadro ¿otro alfiz islámico o medieval en todo caso? Todo parece indicarlo.

Esta cuesta, cuyo nombre original según Muñoz y Gómez, era "Cuesta del Cristo de la Viga", demuestra también en la toponimia, los vestigios de los edificios que existieron en esta maltrecha ciudad, otro patrimonio que debemos cuidar, pues mirad si nos da orientaciones importantes.


 

Y, para completar por hoy, esta imagen que vemos arriba, de la cual hablamos en una conferencia de Abril de 2012.  

En ella vemos los restos hoy desaparecidos de un elemento circular que, como podemos observar, se parecía a los de la antigua iglesia que dibujó Wyngaerde, si bien su ábside estaba en dirección a la actual calle Cruces.

En todo caso, como apunta Miguel Ángel Borrego en el "Diario de Jerez", pudo ser algún elemento musulmán de la mezquita, luego cristianizado.

Milagrosamente llegado al siglo XX, la modernidad y la incultura de nuestros tiempos pudo más que Cronos.

 

Esperanza de los Ríos.

domingo, 24 de febrero de 2013

EL ENGENDRO DE LA SEMANA: LO PAGARÁN CARO



El inesperado susto con que finalizó el sabroso coloquio de las casas encaramadas hizo recordar al Diablo sus otras necesidades. Así que se despidió diciendo que se iba al Carnaval de Cádiz. Me auguraba que con su tipo arrasaba siempre en estas fiestas de disfraces y que no me extrañase si tardaba en volver, porque, decía, no hay diablesa al ron cubano o monja divertida escapada del instituto que no se rindiese a sus encantos. Y buenos deben de ser, porque hasta hoy no se le ha visto los cuernos por estos pagos. ¡Ni un duque le gana empalmando carnavales!


El Diablo infiltrado en el Falla
Antes de pirarse con el rabo tieso, me dejó encargado de sus engendros jerezanos, prometiendo que cuando volviera me instruiría en otro tipo de espantajos que se dan en estos tiempos cuaresmales, que por ensueño ya teníamos encima. ¡Dios!, tiemblo sólo de pensarlo y de tener que contarlo. Pero todo sea para chafar las esperanzas a los endemoniados del Mal Gusto de Jerez de alegar ante la Justicia Divina  -la Terrena está muerta- que no sabían que llevaban dentro la semilla del Mal Gusto.

El diablo me contó, para que diera mi promesa de cumplir con su mandato, que en el Infierno esperaba a estos violadores del Arte una olla humeante. Y me contó, para que me hiciera una idea de lo que les esperaban, cómo los usureros asaltajubilados eran quemados con sus trajes y corbatas con la muy justa finalidad de calentar con su crepitante rescoldo el sobrecogedor puchero que tomaban a diario allí abajo: un caldito cocinado a base de criminales al punto de nieve colombiana y ejecutivos de banca con jet privado a las finas hierbas. Un manjar de diablos que los desestructurados chefs infernales (que los cocineros también van al infierno) maridaban con políticos untados en manteca verde, salsa valenciana de amiguitos del alma y jueces bien cohechos (que no bien cocinados). Por verlos así, yo dí mi palabra al diablillo de que lo contaría todo, todo.

Dándole vueltas a esto de crisis económicas y de valores, que una va unida a la otra, como de manera premonitoria, paré mi deambular y alcé la vista. Vi, entonces, que estaba pasando delante de unos de esos establecimientos que con las tiendas asiáticas o de Chinos han hecho eterno agosto desde que España despertó del dorado sueño del cemento armado: las tiendas de Compro Oro. Que son pura progenie del diablo del Mal Gusto nadie debe dudarlo.

A ver que me aclare: ¿Qué es lo que se compra aquí?
Era este COMPRO ORO, sin menospreciar otros especímenes que abundan como granos en cara de adolescente por nuestro casco histórico, un regodeo continuo e impune en esa venenosa combinación de negro y amarillo que tanto caracteriza a estos establecimientos. Colores recurrentes aliados de una agobiante cartelería, que inunda las puertas, las ventanas, las paredes, todos los recovecos, en fin, de una interesante y antigua casa de tipo popular, una reliquia -algo demacrada ya- que aún queda en la zona. 

La miraba de arriba abajo, de abajo arriba, por todos lados, y no podía creerlo: para dar “realce” a esta “fina” cartelería, los endemoniados compradores de oro habían pintado de blanco la ya anteriormente desfigurada parte baja de este histórico edificio, dejando con su color albero la planta alta. El resultado del conjunto, que se agarra a la vista, es demoledor. Así que la diabólica moraleja de este engendro es obvia: que la piqueta no es la única que derrumba el Patrimonio jerezano.

En fin, que el febril COMPRO ORO ahí sigue, desgraciadamente para nuestra economía. Pero lo peor no es que dañe la vista e incumpla las normativas sobre ornato público. Lo peor es que, como pasó con el Palacio de Oro, (también de oro tenía que ser) y con tantos otros de tan mal encarada calaña estética, cuando cierre, que cerrará más pronto que tarde, sus fastuosos carteles de COMPRO ORO seguirán por mucho tiempo deslumbrado con un prometido Dorado que nunca existió. ¿Qué apostamos?



¿Quién dices que lo paga más caro?




Juan Antonio Moreno

viernes, 22 de febrero de 2013

CALLE CAMPANILLAS: CINCINNATI-JEREZ








El Lunes, 18 de febrero de 2013, el Diario de Jerez daba una interesante noticia que, de forma extraña, en el blog apenas ha tenido repercusión ni se ha comentado, enfrascados como estamos en el monotema de Santiago, fundamental para este blog  pero no el único, pues solo tenemos que mirar a nuestro alrededor.
 
Me refiero al artículo titulado "Cincinnati, un ejemplo para Jerez en la recuperación de barrios históricos" donde se habla de que un arquitecto jerezano,  Rafael Iniesta, ha presentado su proyecto a un concurso para reactivar una zona abandonada de dicha ciudad estadounidense.


Este arquitecto (Jerez, 1983),  emigrado como tantos otros, dada la negritud del panorama laboral tanto nacional como local, ha logrado, en el país del capitalismo salvaje, ganar el tercer premio del concurso 'Live-Make Industrial Arts Centre Cincinnati' presentando sus ideas para hacer un Centro de Artes Industriales en un barrio histórico de dicha ciudad,  en el cual sus edificios se han conservado de pie, que ya es más de lo que podemos decir en Jerez, si bien su estado de degradación es notable. 

Este tipo de entornos son un bien escaso en aquellos lares, pero se han dado cuenta del valor que tienen, intrínseco y extrínseco, léase turismo.

 
No se si la degradación de dicho lugar llegará al extremo  del desastre del centro histórico de Jerez pero la diferencia radica en que allí  van a restaurar esa zona que, poco a poco, está empezando a resurgir,  a través de personas creativas e interesadas en la cultura que se van instalando poco a poco allí.



 Los políticos siempre y en todas partes van un paso por detrás de los ciudadanos. En España y en Jerez, simplemente, no compartimos el mismo mundo, lo sabemos por amarga experiencia.





Como la humanidad es la misma también en todas partes, ciudades lejanas como Jerez y  Cincinnati comparten la misma desidia por su pasado, siendo la solución la misma para ambas, como señala Iniesta pero también otros colegas suyos con los que hemos hablado de este tema: "la implantación de nuevas actividades productivas"



Se supone que Jerez pertenece a la Vieja Europa, orgullosa de su pasado y de sus tradiciones, de sus recuerdos históricos y cuyos barrios antiguos son elegantes, deseados y cuidados no sólo en sus fachadas (el fenómeno del fachadismo, tan español desde hace siglos)  pero este profesional señala un fenómeno del que hemos escrito también muchísimo en estas páginas, lo que se llama   "ciudad Donut", como algunas poblaciones  americanas,  Dallas o Houston,  en la cuales la gente se mueve en la periferia porque el centro se quedó obsoleto.









Más claro que esto  solo hay el agua de la lluvia que cae pertinaz en estos días tristísimos, en los cuales tantos inmuebles se siguen deteriorando, al mismo ritmo que nuestros ánimos y nuestros bolsillos, de forma irremediable, sin final para el túnel, sin que a nadie le importe un muro más caído, un techo derrumbado o un alma desolada por la desesperanza de que algo cambie, de que mejore una ciudad, que nuestras vidas y nuestro trabajo no se queden en el vacío.







Pero todo retumba a hueco, nuestras palabras flotan como ectoplasmas, atados al lugar donde vivieron su vida terrenal y de la cual no pueden marcharse aunque ya no tengan existencia terrenal.





  

Estas calles, abandonadas de todos, que sólo frecuentan quienes no las respetan ni quieren y por las cuales da realmente miedo circular, a menos que la botellona salvaje las invada, son esa muestra de nuestro fracaso como ciudad y como ciudadanos, como gestores públicos que se van a ir de rositas, como siempre, cuando son tan culpables de delitos contra el Patrimonio común de la ciudad, como de prevaricación, desvíos de fondos y tantos otros como cada día estamos viendo en todos los medios de información.

Esta calle, Campanillas, está formada por un lateral del Palacio de Campo Real, precioso y cuidado por dentro, un modelo para este caos patrimonial, aunque su inmensidad le convierte en un problema a veces inabordable, aún así, este muro se mantiene tal cual fue desde hace siglos aunque regular de conservación.

La otra pared, sinceramente, no sé lo que es, pero me da igual, porque lo que importa es el estado de museo del "graffiti" en que se ha convertido con esas  indignantes pintadas, que se quitaran un día para resurgir al otro.

Y qué decir de los ya tradicionales mojones sin los cuales ninguna de estas calles estaría completamente decorada.
 


Mirad el exquisito abandono que presentan: todo el gamberrismo que siempre ha existido en cualquier época presente y pasada, se ha enseñoreado de cualquier espacio, esté donde esté. 

Esta calle tiene la mala fortuna de unir la calle Cabezas, sede el ahora infame "Bereber", con la calle Basurto que forma el  lateral del Palacio Dávila y que conduce a otra de las fachadas mas antiguas de la ciudad, la del que fue Palacio de los Basurto, allá por los finales del siglo XV y principios del XVI.







Una ruta que sería la de los palacios jerezanos, pues eso es exactamente lo que esta zona ofrece: Riquelme, Museo Arqueológico,  San Blas, el otro sin nombre  que yo conozca y ya mera ruina de la Plaza del Mercado, Campo Real, Dávila, que mejor no hablar de él, de sus habitantes, ni de Fustegueras, y Basurto, el del XV y enfrente el del XVII. Y todo en un espacio reducido, un recorrido precioso... preciosamente guarro y abandonado, en realidad.

El ejemplo de una ciudad americana debería abochornarnos como esos europeos que se supone que somos, que también cometieron errores parecidos de olvidos patrimoniales y de guerras que acabaron con tantas obras de arte que dan ganas de llorar (sin olvidar el horror para las personas que lo padecieron) pero que han enmendado sus errores y tienen ahora ciudades modélicas.

Pero es que hasta la materialista, despiadada y denostada por la flor y nata de nuestra progresía, nos está dando sopas con honda al reconocer sus valores del pasado e invertir en ellos.

Como dije más arriba, son los ciudadanos quienes tenemos que tomar las rienda de nuestras ciudades, "ellos", nuestro tercer problema social, no se van a ocupar de gran cosa que afecte a las personas ni a la cultura... qué os voy a decir que no sepamos todos.

En cuanto a la rehabilitación de estos barrios, hemos conocido los ejemplos más infamantes posibles, la demagogia llevada a nuestros palacios, la ruina, el abandono, los ladrillazos, la degradación social y los intentos nefastos de hacer modernadas donde no hacían falta ninguna.

Se llega a veces a la conclusión de que la mejor rehabilitación es la que no se hace, igual que los mejores amores son los que no se han vivido.

Aunque tal vez también haya algo que está cambiando en este aspecto, pues ahora hay profesionales que lo harían bien, no diré nombres, ellos saben a quiénes me refiero, porque hemos hablado de estos temas. A algunos los conozco desde hace muchos años, a otros recientemente, pero compartimos puntos de vista comunes e ideas semejantes, porque también conocemos a bastantes vecinos de esta zona (no, no son los que pintan las paredes ni ponen a cagar a sus perros en medio de las calles) y con voluntad política se estaría dispuesto a tirar para delante. 

Ah, ¿pero conocen ellos estas calles?

Bueno, amigos esta es la "Ruta del Terror", la que formará parte de nuestra 7ª Ruta de la Barbarie y que cuando mejore el tiempo desarrollaremos para ver lugares pintorescos y hermosos pero será como visitar una zona de guerra, aunque aquí la guerra es el Desinterés, el Abandono, la Incultura y los Botelloneros, nuestros Cuatro Jinetes del Apocalipsis.









jueves, 21 de febrero de 2013

UNA CONFERENCIA FALLIDA


Para quienes tuvisteis la intención de venir ayer, miercoles 20 de Febrero, a Sevilla para la charla que iba a impartir sobre José de Arce, bajo el título: "José de Arce en la escultura sevillana del siglo XVII", os presento mis excusas porque no informé debidamente acerca del día, la hora y el lugar donde iba a celebrarse y, al parecer, hubo un despiste generalizado al respecto, también entre los interesados en este tema que residen en Sevilla.

En fin, la conferencia no tuvo lugar, siendo anulada.  y, otra vez, os pido disculpas.

Esperanza de los Ríos

martes, 12 de febrero de 2013

CALLE LIEBRE, ARCO DEL AÑO CATAPUN


Es un poco iluso  por mi parte hacer reparar a los lectores  en tan modesto edificio de la Calle Liebre, cuando tantas grandes construcciones de esta ciudad están al borde de la ruina o del derrumbe. Pero cuando me levanto harta de tanta corrupción y latrocinio como están saliendo cada mañana en nuestros televisores, periódicos e información por Internet, decido hacer una proeza digna del héroe Don Quijote, así que me pongo a escribir acerca de mis propias ensoñaciones, como sería que este edificio, poco más que una carroña urbana, un deshecho olvidado de Dios y de los hombres, "fuese visto y valorado en lo que merecería en cualquier lugar que no fuese Jerez", como reza una de mis frases emblemáticas e incansablemente repetidas en este blog.



Caminando entre basuras, no, no hay huelga, es que la calle está generalmente sucia y defecada, de pronto se llega a un destrozado muro, hijo de mil padres albañiles que, durante tiempo inmemorial han tratado de remendar y alargar su vida, cosa muy bien lograda porque incluso, ahora, en medio del pedrisco de la ruina patrimonial y económica que todos aguantamos, sigue de pie, estoico e indiferente a su aspecto lamentable. Tal vez, su alma de construcción humilde le ha hecho más resistente a inclemencias y desastres que a tanta pared señorial, que en cuanto te das la espalda se viene abajo. Nuestro protagonista muestra sus tripas sin pudor alguno, pues si alguna vez estuvo repellado, ya no guarda memoria
de tal hecho.



Es impresionante por su arcaísmo, ver la curva orgánica y fluvial que el muro describe, creando la ilusión de que circulamos por dentro de un organismo vivo. En realidad, esto debería serlo, no sólo un circuito de velocidad (¿Quién dijo que por el casco histórico los coches van a diez por hora? Para saberlo habría que estar allí y allí no hay nadie que lo compruebe, bueno, se dijo que había cámaras pero en fin... también existió El Dorado en las Indias Occidentales...y ya veis lo que pasó) pero la gente viene aquí, ellos, sus novias y sus perros,  a hacer lo que nunca haría en el salón de su casa y mucho menos, si su madre estuviera presente. 

Pero, queramos o no, esta calle forma parte de una casa común a muchos ciudadanos y de eso no se han enterado ni algunos ciudadanos con rasgos de homínidos ceporros ni, naturalmente, nuestras autoridades municipales y de la Junta jugando a putearse unos a otros, porque, al fin y al cabo da igual, los que perdemos somos nosotros y nuestros muros que no le importamos a nadie.

Este que os enseño, viniendo desde la Plaza del Mercado en dirección a Orbaneja,  muestra primero una portada del XVII, pero, unos metros mas adelante, formando un acodamiento aparece este arco cegado que emerge de un blanqueado de otros tiempos. 

Vemos un arco de ladrillo y una entrada acodada, lo cual nos estaría hablando de una tradición muy antigua, mudéjar e, incluso almohade, no nos olvidemos de la Casa de las Flores, Salvador nº 5, que parecía no ser gran cosa y fijaros que joyita es en realidad. 


                                      
En estas calles las sorpresas pueden surgir en cualquier rincón, es el barrio medieval de la ciudad, el que debería ser espejo de virtudes ciudadanas y de civilización y cultura pero... de momento, tenemos abandono, suciedad, cacas de perro y nada de dinero por parte de nuestros des-gobernantes de la Junta. Si no lo hay para Santiago ni para el Espíritu Santo, imaginaros para este muro inocente y superviviente de mil lluvias, de soles incandescentes y de centenarias meadas humanas y animales.


Puede que algún día las ciudades tomen ejemplo de localidades como Torrelodones, cuyo actual equipo de gobierno es "apolítico", pero lo cierto es que surgió de la magnífica gestión de una asociación de vecinos que lucharon contra la corrupción política de su municipio. Incluso van al  Ayuntamiento en sus propios coches y tenían un trabajo de verdad antes de ser gestores públicos. No tienen deudas y sus vecinos los conocen personalmente.

A estas alturas de mi vida humana y profesional me cuesta trabajo creer en muchas cosas, me he vuelto como Quevedo, una escéptica redomada y como Góngora, una decepcionada, harta de tanto circo. Pero conozco a algunas personas de la Asociación de vecinos de San Mateo y bueno... tal vez haya una rendija de luz que da miedo ver, porque hoy día, todo lo que no sea plantarse en jarras ante esas personas mal llamadas políticos y exigirles lo que es justo, no sirve de nada. Y ellos lo hacen. Quien sabe....



Pues aquí hay una ejemplo mas de una edificación muy antigua en un barrio muy abandonado, entregado a su destino y olvidado de todos, salvo de algunos locos que soñamos con hermosas ciudades, gestores respetables y ciudadanos colaboradores en el mantenimiento de sus calles y monumentos. Pura quimera, amigos.

Esperanza de los Ríos