martes, 28 de febrero de 2012

RESUMEN DE LA CUARTA "RUTA DE LA BARBARIE" (última parte)



Terminamos el resumen de la pasada "Ruta de la Barbarie", recogiendo la última parte del recorrido, con la visita al maltratado Palacio de Villapanés y a las calles Caballeros y Pavón, donde también se han cometido en las últimas décadas graves atentados arquitectónicos, como son el solar del antiguo Colegio de las Salesianas, el edificio de Onda Jerez y la contaminación visual que ofrece el bloque de pisos levantado hace unos años junto a la iglesia de San Miguel, que hace espantosa la vista de la cabecera renacentista del templo con esa colección de aparatos de aire acondicionado.

Gracias de nuevo a todos los que nos acompañaron, a los que esperamos volver a ver en la próxima ruta que pensamos ofrecer en primavera. 

NOTA: Por problemas técnicos no se han podido recoger las últimas explicaciones que ofrecimos en la parte final de la ruta.

viernes, 24 de febrero de 2012

Resumen de la Cuarta Ruta de la Barbarie (tercera parte)



En esta ocasión recogemos el recorrido por calle Pollo y Encaramada, donde se mostraron pésimas actuaciones de restauración y de nueva planta, como ya denunciamos en este blog, y la visita a las dos casas del siglo XVII de la plaza de la Cruz Vieja a las que también hemos dedicado dos recientes entradas. Dos valiosos ejemplares de arquitectura civil que deben preservarse de malas intervenciones futuras. Reiteramos nuestro agradecimiento a sus propietarios, en especial a Ángel Villaescusa que nos permitió entrar en la casa nº 15.

domingo, 19 de febrero de 2012

LA CASA Nº 5 DE C/ CORRAL DE SAN ANTÓN (resumen de la Cuarta Ruta de la Barbarie, 2ª parte)



Continuamos con los vídeos de la Cuarta Ruta de la Barbarie. El segundo lo hemos dedicado a la visita a la casa nº 5 de la calle Corral de San Antón, cuya loable iniciativa de restauración, proyectada por un grupo de jóvenes, se encuentra paralizada a falta de unas ayudas de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía, ayudas aprobadas pero que no llegan. Fue algo que nos informó in situ uno de los propietarios, José Luis Fuentes, quien nos envía también el siguiente escrito, donde nos habla de su caso y de las hermosas motivaciones que les llevaron a emprender esta, por ahora, frustrada rehabilitación:




"Allá por enero de 2005 vemos una casa en la calle San Antón, número cinco, de Jerez de la Frontera. Nos gusta, pero como al comprar un coche de segunda mano te preocupa el estado del motor, al comprar una vivienda te preocupa el estado de la estructura de la misma (cimientos, viguería, etc.). Una arquitecta nos dice que el estado de la vivienda no es el mejor, pero que no corre peligro, que adelante, que con unos pequeños arreglos tenemos casa para vivir. Dos meses más tarde estamos haciendo efectiva la compra de dicha vivienda. En aquel entonces contábamos con 23, 28 y 30 años. Éramos el paradigma de la solución a todos los problemas que nos vendían por todos los medios (esos problemas que sólo aparecen como delimitación del campo de batalla): jóvenes que salen de su núcleo familiar, que acceden a una vivienda además en el centro histórico de su ciudad (aquel al que en la realidad dejaron en el olvido con un crecimiento desorbitado de la ciudad) con la intención de respetar la estructura de la misma y su historia. Y queremos hacer especial mención a esto de respetar su historia, pues lo hacíamos conscientes de lo que queríamos, su historia con todas sus letras. No era respetar una fachada y dos patios, era respetar unas formas de vida, una organización, un compañerismo, unas relaciones, recuperar aquellas casas de vecinos física y antropológicamente. No nos gusta la ciudad que estamos heredando, donde pasear por el centro de la misma es desolador, donde para comprar tenemos un Parque Comercial, donde para llevar a nuestros hijos tenemos una Ciudad de los Niños y donde para vivir tenemos unas hermosas unifamiliares que nos aislan de la relación con los vecinos, porque hemos aprendido que los vecinos son personas que siempre nos van a molestar. Pues perdonen, pero queremos recordar que nuestros vecinos eran aquellas personas con las que jugábamos en cada plazoleta de nuestros barrios, sus padres eran los que nos cuidaban cuando no estaban los nuestros, aquellos que nos ayudábamos cuando uno pasaba una mala racha, que se ayudaban a buscar trabajo, que íbamos juntos y andando al colegio, que reíamos y llorábamos todos juntos. Pero no, ahora el vecino es aquel personaje molesto que arrastra los muebles a la hora más inapropiada siempre. Sólo ése es el vecino del que nos acordamos. Así que ahora, el vecino no sabemos ni quién es. Cuanto menos lo veamos mejor. Y sus hijos, al igual que los nuestros, irán una vez al año al Parque de la Infancia a jugar con sus primos para celebrar algo que aún no sabemos el qué, y el resto del año se quedarán en casa jugando a la Play Station o conectados a internet, mientras las plazoletas de los barrios ya ni existen. Los nuevos barrios no tienen plazas, salvo las de garaje, claro. Tienen hermosos jardines que duran tres años (el tiempo máximo que puede durar una mentira en dar la cara). A las plazas de los antiguos barrios, de aquellos de cuando nosotros éramos pequeños, les han quitado los bancos (los de sentarse, claro, los otros proliferaron por todos lados), les han quitado las papeleras, hace muchos años les pusieron unos carteles en los que se nos prohibía jugar a la pelota, bajo multa, y lo más importante, les han quitado los niños, las personas, la vida. Las calles y los barrios son ahora meros lugares de paso, de nuestra casa al trabajo, del trabajo a nuestra casa, de nuestra casa a Luz Shopping y de Luz Shopping a nuestra casa. Queremos volver a tener las puertas de nuestras casas abiertas, convivir con nuestros vecinos, celebrar nuestros cumpleaños en nuestros patios, en nuestras casas e irnos después a jugar a nuestras calles, y dejar de celebrar nuestros cumpleaños con payasos de sonrisas malvadas que nos dan comidas basuras selladas por las organizaciones mundiales de salud. La salud también se compra. Y se vende.

Ya hemos perdido la paciencia, la ilusión y la salud, así que no os asustéis porque ahora estemos perdiendo las formas. Ingenuos nosotros, creímos poder escapar de esta sucia ciudad que nos habéis dejado y que sigue devorando todas y cada una de las facetas de nuestras vidas. Y no sólo nos la habéis dejado a nosotros, también se la habéis dejado a vuestros hijos."






Desde el blog, agradecemos mucho su colaboración, les reiteramos nuestro apoyo y les deseamos una rápida solución.

miércoles, 15 de febrero de 2012

RESUMEN DE LA CUARTA "RUTA DE LA BARBARIE" (primera parte)

Empezamos hoy a subir los vídeos resúmenes de la pasada "Ruta de la Barbarie". Se incluye en primer lugar el tramo inicial de Plaza del Arenal a la plaza de San Miguel. Entre otras cuestiones, se habla de la construcción del ático junto al Sagrario de la iglesia de San Miguel, cuya obra denunciamos, sin éxito hasta ahora, en la Delegación de Cultura de Cádiz.

Gracias nuevamente a todos los participantes.


lunes, 6 de febrero de 2012

Cuarta Ruta de la Barbarie (barrio de San Miguel)



El próximo sábado 11 de febrero de 2012 celebraremos la cuarta edición de la "Ruta de la Barbarie". Tras recorrer en anteriores rutas los barrios de la antigua ciudad medieval amurallada y visitar el antiguo arrabal de Santiago para denunciar el estado de su monumental parroquia, en esta ocasión le toca el turno al barrio de San Miguel.

En dicha jornada haremos un recorrido por el patrimonio destruido o en peligro del barrio, todos ellos ya publicados en el blog. Entre otras cuestiones, presenciaremos el estado de la construcción del ático junto al Sagrario de San Miguel, cuya obra denunciamos hace meses en la Delegación de Cultura; la casa de vecinos del Corral de San Antón, cuya loable iniciativa de restauración, proyectada por un grupo de jóvenes, se encuentra paralizada a falta de unas ayudas autonómicas aprobadas pero que no llegan, como nos contarán in situ los propios promotores; la Casa del Cristo en calle Pollo, que acaba de ser sometida una irrespetuosa rehabilitación; las magníficas casas-palacio del siglo XVII de la Cruz Vieja, milagrosamente conservadas hasta ahora pero con un evidente riesgo de ser desvirtuadas en el futuro; el Palacio de Villapanés, una joya de nuestro patrimonio, una parte del cual ha sido sometida a desafortunadas intervenciones arquitectónicas y urbanísticas y la otra se halla en el más lamentable de los olvidos...

El punto de Encuentro será en la Plaza de la Arenal a las 11 de la mañana.




El recorrido será el siguiente:

Plaza del Arenal (junto al monumento), calle San Agustín, calle Santa Cecilia, plaza de San Miguel, calle Santa Clara, calle Corral de San Antón, calle del Pollo, Calle Barja, Calle Encarmada (hasta la mitad de la calle), plaza de la Cruz Vieja, calle Empedrada, Calle Baro, Calle Cerrofuerte, plaza de la Cruz Vieja, calle Caballeros, calle Pavón, Plaza de Santos, plaza de San Miguel, calle San Miguel.


¡Os esperamos!



Ver mapa más grande



EVENTO EN FACEBOOK: http://www.facebook.com/events/281230001932529/

viernes, 3 de febrero de 2012

CRUZ VIEJA, 15, UNA PRECIOSA VISITA DE LA CUARTA RUTA DE LA BARBARIE


Con motivo de nuestra Cuarta Ruta de la Barbarie por el barrio de San Miguel, visitamos esta preciosa casa palaciega, una de las edificaciones civiles más importantes de Jerez, junto con su "vecina" del número 17, reseñada en la entrada anterior de Enero y que también recorrimos durante esta jornada. Agradecemos, tanto a los propietarios del Corral de San Antón, como  a los hermanos Villaescusa, dueños de ésta, su amabilidad al invitarnos a conocer sus viviendas (o futuras viviendas) durante esta Ruta.
En cuanto a esta preciosa construcción, los hermanos Villaescusa  nos informaron detalladamente  acerca de las muchas dificultades que están teniendo para su mantenimiento. 

Ambos estan volcados en que se mantenga en toda su autenticidad, pero para conseguirlo necesitarían una ayuda de la Administración que, si bien es algo que por Ley les corresponde y nadie les ha dicho en teoría "que no", en la práctica todo ha sido la nada por respuesta. Este es un caso similar al de los jóvenes propietarios del Corral de San Antón, en que las promesas no faltan pero las realidades son inexistentes y las Leyes siguen sin cumplirse. Ahora no hay dinero, pero cuando lo había, tampoco se  les apoyó.

En cuanto a los aspectos históricos y formales de esta construcción,  consideramos que  estas preciosas casas señoriales pasaron desapercibidas debido a que el siglo XVII había sido poco estudiado, pues siempre se citaban como ejemplos de palacios jerezanos los del XVI, Riquelme y Dávila (ambas son ahora ejemplos de incuria e ignorancia) y los del XVIII, como Domecq y Villapanes (otro que tal), entre otros.


Sin embargo, ya es conocida la importancia que el siglo XVII tiene en la configuración de nuestra arquitectura civil y religiosa, así como en el espacio urbano de la ciudad, dado el importante número de viviendas que se construyeron en estos años y de las cuales se conservan una buena cantidad (que no se enteren los del Gremio de la Piqueta), siendo éstas de la Cruz Vieja un maravilloso ejemplo, como lo era la tristemente célebre "del Cristo" hasta hace apenas dos años.

En ella residen muchas personas mayores, que pagan una exigua renta con la cual sus propietarios, los hermanos Villaescusa, hacen lo que pueden para mantenerla en condiciones, pues, según nos explica Ángel, el encalado de las paredes hace de sostenimiento de la cantería de toda la casa, pues al ser caliza, se desmorona con la facilidad que es caractrística de este tipo de piedra. 
Las fotografías que mostramos son del arqueólogo y amigo Diego Bejarano, quien, aún antes de la creación del blog, compartía conmigo su indignación por los desastres que estaban haciendo unos y otros en la ciudad. Este día, hace tres años más o menos, visitamos estas casas de la Cruz Vieja y creo que también la del "Cristo"...con la cual ya veis lo que ha pasado.


Volviendo a la que nos ocupa, vemos la buena conservación de todos sus elementos:
La señorial fachada, artículada en dos cuerpos, con el balcón a eje sobre la puerta y ambos en posición asimétrica respecto del conjunto de la fachada. Vemos los motivos decorativos que son de un barroco avanzado y relacionables con el último periodo de actividad de Antón Martín Calafate, contemporánea a su intervención en la Prioral del Puerto, entre 1650 y 1659, año de su muerte, o con los primeros años de Diego Moreno Meléndez, dada su finalización en 1666.


El patio, de arcos de medio punto apeados sobre columnas toscanas de marmol y manteniendo su valiosa solería de losas de Tarifa, tradicionalmente citada en los contratos del XVII.


La ornamentación con "orejetas" de los balcones es la habitual en estas construcciones, así como la decoración de la portada de la calle y la interior que daba paso a la sala principal, todas inspiradas en los repertorios traidos de Flandes y que sirvieron a todos los maestros mayores del Arzobispado Hispalense.


La maravillosa escalera con su barandilla de madera es idéntica a la del número 17 y a la desaparecida del "Cristo", incluso creo que las tres son de la misma época y taller.


La galería superior conserva su alfarjía en buen estado, no sé si será la del XVII, pero, en todo caso, es antigua y valiosa.


Vemos también las galerías de madera de la parte trasera de la casa, un recuerdo mudéjar, como lo es también esa galería apeada sobre modillones y tornapuntas, tan hispana y tan popular, aunque también usada en edficios nobles, como éste, lo cual nos indica la coexistencia de ambas tendencias en la arquitectura jerezana de la época.


En este tipo de viviendas siempre existe la posibilidad de que lleguen a destrozarla los malos profesionales habituales en muchas de estas "restauraciones", de los cuales ya hay sobrados ejemplos. O que al Ayuntamiento ese dia le coja el paso cambiado y decida que modernizándola estará más "bonita", o que un arquitecto "guay" decida realizar un "dialogo entre el pasado o el presente"...o que.......hay tantos "o que" que la pueden arruinar., ahí está la Casa del Cristo.  

Pero en este caso, lo que  es cierto es que confiamos en personas como Ángel Villaescusa y su hermano, que conocen y respetan el valor de esta vivienda y que desean recuperarla en su belleza e integridad. Con apoyo a personas como estos jóvenes propietarios del Barrio de San Miguel, tanto éstos, como los del Corral de San Antón, la realidad de nuestro casco histórico sería muy diferente.


Porque en lo que no creemos es en que se cumplan las Leyes de Patrimonio ni en PGOU que no sirven para nada en cuanto a apoyo a estas personas se refiere.


No creemos EN NADA  QUE VENGA DE LOS POLÍTICOS. Tal vez en la Divina Providencia, pero tiene tanto trabajo con la crisis que no sé si nos hará caso.

Gracias otra vez, y muchas mas, a estos propietarios tan luchadores, a los del Corral y a los de la Cruz Vieja, tenéis nuestro apoyo, nuestra amistad y la de muchos amantes de nuestra Historia y nuestro Patrimonio. En luchadores como vosotros sí creemos.

¡¡¡¡¡Jerezanos!!!!!


Esperanza de los Ríos