domingo, 24 de junio de 2012

NOS LO PONEN A HUEVO: LA FUENTE DE LA ALCUBILLA



Que en la últimas semanas la actualidad nos lo está poniendo "a huevo" para escribir, eso es evidente. Hace tiempo que queremos dedicarle un entrada a la Fuente de la Alcubilla. Y, hete aquí, que se nos presenta la ocasión.

Días atrás leemos en el Diario de Jerez el adecentamiento y puesta de nuevo en servicio de algunas fuentes "ornamentales". Nos parece muy bien. Pero ¿qué pasa con las fuentes monumentales? Y cuando digo monumentales no hablo de aquéllas de gran aparato escénico. Hablo de aquélla que, si bien puede parecer modesta, tiene todos los ingredientes para poderse declarar como monumento histórico-artístico. Recordemos, en este sentido y tengámoslo bien presente, cómo los políticos que dirigían el Ayuntamiento frustraron los intentos que la Plataforma para la Defensa del Patrimonio para la declaración urgente de la ermita y su entorno como BIC. Gracias a la colaboración municipal, para nada sirvieron las miles de firmas de jerezanos que rechazaron la construcción del bloque. Para nada el amparo del Defensor de Pueblo Andaluz. Todo fue un último -pero ineficaz- recurso para evitar la aberrante construcción del bloque de Osuna, convertido desde entonces como emblema de la barbarie contra el Patrimonio. 








Relegada injustamente a un segundísimo plano, arrinconada en una esquina, semienterrrada y erosionada por el paso del tiempo y del hombre, compañera de fatigas de la ermita de San Isidro (vulgo, de Guia), que le roba todo el protagonimo y con la que conforma un todo,  poco interés ha suscitado la fuente de la Alcubilla desde que con la traída de las aguas del Tempul, allá a mediados de siglo XIX, perdiera su función de abastecer de agua potable a la ciudad. Un desinterés general que es una verdadera afrenta a su antigüedad y a su valía artística. Una antigüedad y una valía artística que quedan atestiguadas en las lápidas conmemorativas que adornan su almohadillado frontal, puro ejemplo del estilo manierista. Con esta obra civil, el Cabildo jerezano de la última década del Quinientos colocaba, en una de las entradas al intramuros jerezano, un símbolo de propaganda de la grandeza de la ciudad. Una grandeza que aspiraba a seguir manteniendo.  Poco queda ya de aquella grandeza.


Pocas voces, como señalamos, se han levantado para reclamar el lugar que se merece esta monumental fuente dentro del Patrimonio histórico-artístico jerezano. Pocas y de escaso éxito. Entre ellas, la de la literata María de Xerez, de cuya abandonada y okupada casa ya hablamos en una anterior entrada. 


Carmen Carriedo, inspirada por el entorno bucólico en el que se encontraba la fuente en aquellos días (hasta eso hemos perdido), proponía en un artículo escrito en la Revista del Ateneo en 1932 su traslado a un lugar en el que ganase un mayor protagonismo y en el que se erigiría como un "monumento lleno de belleza, de recuerdos y de poesía". La idea de María de Xerez es discutible, pese a la actual degradación de su entorno, empezando por la casa de hermandad, con la que tan "buena" pareja hace nuestra fuente, gracias "cabezonería" de nuestros pasados munícipes por edificar casas de hermandad (al partido). 

Nosotros, en cambio, no pedimos otro lugar para la Fuente de la Alcubilla. Solo pedimos el lugar que el que le corresponde dentro del catálogo del Patrimonio histórico-artístico de nuestra ciudad. Una declaración que no sea mera palabrería, esa palabrería política a la que estamos tan acostumbrados, sino que sea una declaración y una puesta en valor que realmente sirvan para que sus surtidores sean de nuevo fuente de vida. Pero esta vez, vida para la Cultura y el Arte de Jerez.




Juan A. Moreno.
Noticias relacionadas:

http://www.diariodejerez.es/article/jerez/1287980/recuperan/tres/nuevas/fuentes/ornamentales/no/funcionaban.html

4 comentarios:

Anton Ozomek (geógrafo outsider) dijo...

Enhorabuena, excelente defensa de la verdad y la justicia... sí, justo eso que tanto escasea en estos tiempos de destrucción sistemática del Patirmonio Histórico... no por los especuladores privados (al fin y al cabo son gente honesta que dice a las claras: "el patrimonio me importa un carajo, lo que vale es la pela"), sino fundamentalmente por la implicación vergonzosa de los políticos a los que se les dieron las competencias para defenderlo.

Anónimo dijo...

Creo que la hermandad del Perdón deberia de hacerse cargo de la misma y que esta pasase a formar parte de su patrimonio. ¿?

Cartujón Verbenero dijo...

Los especuladores privados ¿Gente honesta? ¿Quién les dan los "sobres" a los políticos corruptos?
¡Por favor!
Ya de pequeñito aprendí, al estudiar matemáticas en el colegio, que si no se lee el enunciado completo de un problema, éste es imposible de solucionar.
No hagamos simplificaciones tendenciosas. Si seguimos enviando el mensaje de que el problema son "sólo" los políticos apañados estamos.

Juan Antonio Moreno Arana dijo...

Bueno, creo que lo que el amigo Anton quiere decir que los especuladores son, al menos, francos en sus intereses: ganar dinero. Al contrarío, la hipocresía y la cara dura de no pocos políticos, que por un lado te dicen que están trabajando por el Patrimonio y por detrás (y nunca mejor dicho) te la meten doblada. ¿qué es si no la Comisión de Patrimonio Histórico? Institucionalizar lo que han estado haciendo hasta ahora, pero dándole mayor dinamismo a las licencias. Por que otra cosa no van a hacer.

La sociedad civil es la que debe dar caña y no bajar la guardia para que el político no se salga de la estrecha senda de la Virtud. Las tentaciones siempre están al acecho del gobernante...

En cuanto a la hermandad del Perdón es cierto, que han trabajado en la restauración de la ermita, pero yo no veo que se hagan cargo de la fuente, ni creo que la hdad. esté por la labor. No lo sé, francamente, de todos modos, si puede ser o no una buena idea.