sábado, 9 de junio de 2012

¿RECUPERACIÓN O DESTRUCCIÓN?



Aspecto actual (foto: Diario de Jerez).




Nuevamente la actualidad obliga a retomar esta labor de denuncia y de debate sobre nuestro Patrimonio. Nuestras miradas se deben dirigir hoy a la Plaza Esteve, y más concretamente al edificio conocido como del IARA, que en la actualidad alberga distintos organismos de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento, así como diversos comercios en su planta baja.


Según se viene comentando en los medios escritos locales desde hace algunos meses, el Ayuntamiento, retomando esas viejas ideas pachequiles, con ese sello inconfundible por todos conocido, va a aprovechar unas partidas presupuestarias de la Zona Franca para demoler este edificio, construido a fines de los años cincuenta por el versátil arquitecto jerezano Fernando de la Cuadra. Las razones que da el Ayto. para este derribo son la recuperación de la vista al catalogado edificio de la Plaza de Abastos y la de levantar en el solar resultante una serie de paradas de autobús para mejorar la circulación y acceso del transporte público al centro.

Aspecto futuro (foto: Diario de Jerez).



Dejando la estética historicista (lo que también se denomina "pastiche"), de la que nos legó un elocuente ejemplo justamente en la misma plaza Esteve, De la Cuadra optó en esta ocasión por el estilo racionalistaSin embargo, la construcción de Fernando de la Cuadra no dejó ni deja de ser polémica, pese a los valores artísticos -y ya históricos- que sin duda posee. Y no es ajeno a la polémica porque es un ejemplo de la política especulativa iniciada en nuestro país en aquellos años de recuperación económica y que ha seguido en escalada hasta la actuación estelar de los Hermanos Lemman. Así fue que para saciar la voracidad especulativa se cercenó una parte de la Plaza de Abastos, para adosarle lo que algunos pueden calificar como mamotreto.


La plaza antes de la construcción del edificio (foto: Blog Jerez intramuros)


El debate está servido. Por ello hemos de poner algunas cuestiones sobre la mesa:

Tras cincuenta años, y pese a que en su día no debió ser construido en el lugar en el que se encuentra, hoy forma parte del patrimonio histórico de nuestra ciudad. ¿Vamos a seguir la senda de los Viollet le Duc que despojaron de muchos de nuestros templos la estética barroca porque no era valorada artísticamente en aquellos años, véase por ejemplo Santiago? ¿Es tan alto su impacto sobre otros elementos patrimoniales de su entorno para justificar su derribo? ¿Se soluciona el problema del transporte público en el centro colocando unas cuantas marquesinas más - y vaya marquesinas- , porque el espacio que se va a ganar es mínimo? ¿Tal y como están económicamente las instituciones públicas, y en especial nuestro Ayuntamiento, no es esto un malgasto de dinero público, aunque sea proveniente de Zona Franca? ¿No sería más productivo destinar este dinero a rehabilitar patrimonio en peligro -que también genera beneficios económicos- más que para tirar lo que está en perfecto estado? ¿Qué es lo que se busca con este proyecto, seguir la errada senda de gobernar para inaugurar y inaugurar para gobernar que ha llevado a la crítica situación actual? 




José M. y Juan A. Moreno








Enlaces relacionados:


http://www.diariodejerez.es/article/jerez/1278879/una/nueva/plaza/esteve.html

http://www.diariodejerez.es/article/opinion/938523/defensa/edificio/la/plaza/esteve.html#.T9MNyPcyUtU.gmail

http://www.diariodejerez.es/article/jerez/1208333/convento/san/agustin/reabrira/como/centro/negocios/para/pymes.html

http://jerezintramuros.blogspot.com.es/2012/03/la-plaza-esteve.html


2 comentarios:

Cartujón Verbenero dijo...

Olé, olé y olé.
Tenéis más razón que un santo. En primer lugar, la actuación no está en absoluto justificada y, en segundo lugar, aunque lo estuviera no es oportuna ni prioritaria ¡¡¡Como que no hay cosas que hacer en el Centro Histórico como para tirar el dinero en estas panplinas!!!

Saludos y enhorabuena

Juan Antonio Moreno Arana dijo...

Es la verdad. En la situación actual esta actuación urbanística no viene muy a cuento ni tiene justificaciones de peso. Ni va solucionar nada para el Interés General.

Si quieren sacar a comer a la piqueta ahí tienen el Don Osuno junto a la ermita. No sea que dentro de 50 años, y esté considerado un elemento patrimonial, se den cuenta de lo inútiles que fueron sus antecesores en el sillón de mando municipal que consintieron su edificación. Entonces querrán derribarlo como peregrina excusa.

En fin, una muestra más de las incoherencias en materia patrimonial (como en otras) de nuestros políticos. Ese animal que tropieza una y otra vez con las mismas piedras.