domingo, 16 de octubre de 2011

PLAZA DE LAS ANGUSTIAS, CUANDO LO IMPOSIBLE SE HACE POSIBLE














Hoy toca mostrar que en nuestra ciudad también hay un lado positivo, siendo un placer ver esta casa como ejemplo de que "lo imposible es a veces posible". Esta frase sirve para expresar el esfuerzo y la buena voluntad de quienes se han preocupado por conservar y darle uso a un edificio histórico, con verdadero acierto.


El edificio está situado en la Plaza de las Angustias , en la esquina con la calle Higueras. Esta zona adquirió una gran importancia urbanística a lo largo del siglo XVII, sobre todo en su segunda mitad, cuando se edificó, a partir de 1622, la iglesia del convento de la Orden de la Santísima Trinidad de Redención de Cautivos ; en los últimos años del XVII la Ermita de las Angustias también amplió su recinto.


En dicha plaza se celebraban grandes fiestas por parte de los trinitarios, pues su Patrona, la Virgen del Buen Suceso era también Co-Patrona del Ayuntamiento. Así mismo, la Virgen de las Angustias, titular de la Ermita y su cofradía, era muy venerada; la rivalidad, religiosa y urbanística, entre ambos centros religiosos dió lugar a bastantes polémicas ante el Ayuntamiento.


Estas circunstancias determinaron que, a esta zona de la collación de San Miguel, acudiese a residir un selecto vecindario, como se aprecia viendo las magníficas viviendas que han llegado hasta nuestros días, unas en buen estado y otras que en fin....ya nos ocuparemos de ellas.


La casa de la cual nos ocupamos hoy, posiblemente sea la más antigua de las que existen en el perímetro de la plaza.


El edificio, de tipo señorial, ha estado bien conservado a lo largo de los años, pero su espléndido patio había permanecido desconocido hasta su reciente rehabilitación y puesta a punto con fines comerciales.


El patio, de tres lados y dos arcos de medio punto por cada uno, está realizado en piedra arenisca de la zona. En los arcos del fondo, el apeo se hace sobre una columna de mármol con capitel "de cogollos" que podría ser del XVI, mientras que las demás son de cantería. El estilo arquitectónico es el toscano, cuyo capitel, fuste y basamento son muy sencillos y acordes con el carácter práctico y utilitario de las viviendas del seiscientos.


La reforma, aunque al parecer es respetuosa, ha ocultado el acceso a la escalera que, sin lugar a dudas existe en uno de los laterales del patio y que constituía el acceso a la planta superior de la vivienda.


Como vemos, y nos alegra, hay propietarios sensatos que actúan correctamente con estos hermosos edificios y también hay arquitectos responsables que saben respetarlos. No solo hace falta dinero para restaurar una casa antigua, hace falta tener gusto y profesionalidad hacia estas construcciones venerables; son imprescindibles el sentido común y la humildad por parte de todos los que intervienen en este tipo de trabajos.


Hace falta un compromiso para evitar resquicios que trampeen con la ley y que ésta no sea el papel mojado que hemos visto en tantos sitios de la ciudad como ha mostrado este blog, que la picaresca de nuestra cultura no siga destrozando lo que nos queda, mucho y muy maltratado.


Esta excepción no es la única, hay otras que, poco a poco, iremos mostrando como ejemplo de hacer bien las cosas, a la Administración y a los propietarios, muchos de los cuales han ido haciendo grandes esfuerzos económicos para rehabilitar sus casas, muy antiguas y en muy mal estado muchas de ellas. Como nos gusta dar a cada uno lo suyo, también queremos animar a quienes invierten dinero, esfuerzo, mucho sufrimiento y mucha constancia, en esa carrera de obstáculos que es restaurar una casa antigua y vivir en el centro, pero que lo hacen bien, como en este caso que es el "anti-Casa del Cristo" y el "anti-áticos de San Miguel".


Y por aquello de que a nadie le amarga un dulce, los que se venden en este patio están buenísimos...así que una visita y un pastelito, que luego lo "quemaremos" pateando el barrio de San Miguel.



Esperanza de los Ríos.



2 comentarios:

Jose Manuel A.V. dijo...

Antes de la pastelería esta casa era un "todo a cien" lleno de estanterias metalicas cuajadas de plasticos. Daba pena aquello pues se adivinaban lo arcos y columnas entra tanta quincalla. Ahora da gusto a la vista entrar y al paladar degustar.

Jerez dijo...

Pues que rehabilitaciones como ésta sean ejemplo para todos aquéllos que aman a su ciudad y sus edificios históricos. Y que la Administración apoye este tipo de restauraciones respetuosas y todos lo disfrutemos.

Esperanza