En la esquina de la posada y tienda llamada del Molino del Judío, que tiene su fachada principal a la calle Zaragoza, y lateral a la que nos ocupa, consérvase una hornacina, bella por cierto, en que debió estar o ponerse a principios de este siglo la imagen de Santa Rosa, por devoción del que construyó a su costa la posada, o por cariño a su consorte o madre, así llamadas.
Así comienza el comentario que a la calle Santa Rosa dedica Agustín Muñoz y Gómez en su conocida obra "Noticia histórica de las Calles y Plazas de Xerez de la Frontera", publicada póstumamente en 1903. Si a finales del siglo XIX esta casa mereció la atención de este historiador, hoy, en pleno siglo XXI, observamos con indiferencia su actual estado. Se trata de un edificio sencillo pero de indudable valor histórico, levantado muy posiblemente a finales del siglo XVIII. Un curioso ejemplar donde se funde la tradición barroca de su característica hornacina con la configuración neoclásica de sus fachadas. Una construcción que hasta hace no muchos años seguía conservando curiosamente su misma función original de hospedaje. Eran otros tiempos...
No es la primera vez que traemos este edificio al blog. Ya mi compañera Esperanza escribió denunciando su abandono en entradas anteriores. En esta ocasión me toca a mí el triste honor de ofrecer fotos de su derribo... ¿O se dice "derrivo"? ya que es algo que no parecen tener muy claro los promotores de este atentado a nuestro patrimonio, como muestran estas imágenes de los carteles que alertan sobre el serio peligro que esta actuación puede conllevar a coches y conductores:
Alguien se ha tomado la molestia de corregir con bolígrafo estos carteles para de paso llamar "burro" a su autor. Una vez más, y en esta ocasión de esta manera tan elocuente, la Ignorancia consigue ganar la batalla a nuestro Patrimonio. No hace falta explicar el significado de lo que acabamos de decir con ninguna alegoría, como en nuestra sección de "emblemas morales". Las fotografías son lo suficientemente expresivas.
La demolición ha afectado al edificio anexo, sin duda para facilitar la construcción del magnífico y más espacioso ladrillazo que a partir de ahora podrá levantarse en tan céntrico lugar. La desaparición de la fachada permite ver una estructura bodeguera de cierta antigüedad que, por desgracia, también ha sucumbido a este "derrivo".
Al abandono de sus dueños hay que sumar el daño intencionado de algunos ciudadanos. Hace unos años la casa perdió la cruz de forja que lucía en su esquina. Nada más se supo, ni se sabrá, de ella. Por otra parte, en los últimos tiempos también se ha convertido en objetivo de grafiteros sin escrúpulos, que han llegado a escalar por sus fachadas con tal de satisfacer sus más artísticos instintos.
Para rematar y como justificación última de esta actuación, la insuficiente protección de nuestro PGOU, ya saben, el Plan Jeneral de Ordenazión Urvana, que expresamente impone únicamente la conservación de las fachadas de la antigua e histórica Posada del Molino de Judío y ningún tipo de protección para la parcela anexa.
¿Hasta cuándo seguiremos siendo tan "vurros" con nuestro Patrimonio?
José Manuel Moreno.
3 comentarios:
Hace poco pasé por la calle Zaragoza y sin saber nada del derribo me dió un pálpito en el cuerpo al pasar junto a la casa. Parece que sin saberlo lo barruntaba. Una pena más.
Lo primero, enhorabuena por la denuncia y por la repercusión en los medios.
A partir de ahí, una nota a "lo cursi" de la entrada, al destacar en plan romántico lo de "posada y tienda llamada del Molino del Judío". Posada: de toda la vida en la planta de arriba lo que había era un Hostal de mala muerte, con los techos muy bajos. Tienda: dando a la calle Santa Rosa, estaba la lechería de Isabel, donde comprábamos a diario el pan y la leche del día en botellas de cristal. Y a la calle Santa Rosa, el Tabanco "La Petra", donde la clientela y los olores no eran nada "románticos".
¿Que había que proteger el edificio? Por supuesto, pero era un casa que, de toda la vida, tenía una calidad mínima. A mí me trae muchísimos recuerdos, y ojalá hubiera venido un inglés a comprarla y restaurarla y dejarla hecha un primor, pero... estamos en Jerez.
Gracias a los dos por los comentarios. Nos alegra que este tema haya despertado interés.
En cuanto a lo que comenta, Mario Jiménez, lo de la posada lo puse porque era una referencia antigua al edificio que nos hablaba de su primitiva función y la situaba cronológicamente. He querido destacar su valor histórico.
Saludos.
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