sábado, 25 de agosto de 2012

ÁBRETE SÉSAMO




Vivir en un inmueble con más de cien años tiene sus problemas. Todo porque los "inútiles" maestros de obras de antaño, esos que construían catedrales sin AUTOCAD, no equiparon las casas con baños en planta baja y alta, ni con garaje para meter el todoterreno, ni ascensores, aires acondicionados... es decir, todas las comodidades de las que podemos disfrutar en la actualidad.




Pero, me pregunto: ¿es eso es un problema? Que respondan los muchos arquitectos y propietarios que, con un morro que se los pisan, se dan golpes de pecho porque han dejado una fachada del siglo XVII o XVIII muy bonita y remozada, como las de Torneria, pero que por de dentro le han metido a saco todo el siglo XXI, en toda su máxima expresión de vacuidad, a costa de las "incómodas" estructuras de la antigua casa.

El propietario de este inmueble de la cuesta de la Encarnación es también de esa recua que piensa que hay que vivir en el siglo XXI, pese a que se habite en una casa de XVIII o de principios del XIX. Tal es así, que ni corto ni perezoso ha destrozado esta entrada, al parecer, para agrandar el acceso. 

Apilados, los desmontados sillares y  remate (el jarrón de piedra no lo vemos), se muestran como esperando volver a ser colocados en su lugar. No obstante, ya se ha comenzado a levantar un nuevo pilar con piedra que no parece la original y con cemento en vez de cal y arena, que sería el  mortero más adecuado para reconstruir de la manera más fiel lo que la falta de vergüenza y sensibilidad ha destruido por un capricho. Nos tememos, como mínimo, una chapuza como la de la señora octogenaria de Borja que restaura pinturas. Lo más cierto es que estamos ante otra pérdida irreparable para nuestro patrimonio, que se desangra piedra a piedra.

Para terminar, sólo queda preguntarse si nuestro diligente Ayuntamiento está al tanto de todo esto. Seguro que no..., que si lo supiera no lo hubiese consentido...

Juan A. Moreno.

5 comentarios:

Jerez dijo...

¿Y el PGOU que dice de ésto?

¿Y los permisos para hacerlo quien los ha firmado y cuando?

¿Y para que quiere el Ayuntamiento una Comisión de Patrimonio si es responsable, con nombres y apellidos de que se hagan estas burradas al permitirlas?

¿De quien os quereis segir cachondeando?

Esperanza de los Ríos

Artemisa Gentileschi dijo...

Queridísima Esperancita:
Como de costumbre, hablas sin saber. El propietario de esta casa se está gastando en mover ese pilar piedra a piedra casi más que en rehabilitar toda la casa. Otro cualquiera le da un porrazo con un camión, lo tira al suelo y vaya por Dios que esto ya no tiene solución. Pero no, porque es una persona sensible y comprometida con el patrimonio histórico-artístico de Jerez. El proyecto, para que te enteres, se llevó a la comisión de patrimonio de la Delegación de Cádiz, que lo ha aprobado sin problemas precisamente por su respeto al inmueble.
Con fraternal cariño de tu siempre amiga,
Artemisa Gentileschi

Tío la caña dijo...

Jojo, sensibilidad por el patrimonio, jiji, la delegación de Cadiz.
Anda date una vueltecica artemisita.So licenciá.




Anónimo dijo...

¡Una salvajada! No valen las excusas...

juegosobjetosocultos dijo...

El respeto de la piedra por la piedra es absurdo. Habría que estudiar cada caso. La portada que he visto, por escala del edificio y su entorno, a bote pronto, parece permitir su ampliación, en principio. Quizás lo lamentable no es tanto el cambio puntual en un edificio concreto como el olvido en planeamiento del casco en detrimento de valores económicos más multinacionales, comerciales y cercanos en el tiempo con mayor rentabilidad para algunos a corto y medio plazo. La trama urbana, rica, se conserva, pero los edificios van cayendo, y en parte por ese absurdo respeto de la piedra por la piedra. La ciudad, cuando no es un ser vivo (o al servicio de...) muere. Y eso está ocurriendo, pero parte de culpa la tiene el pretender hacer barrios o ciudades museos, que están muertos y han de subvencionarse. C.C.E.