miércoles, 15 de diciembre de 2010

Un BIC y su entorno: Torreones y muralla de la calle Muro

Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.


Francisco de Quevedo, "Heráclito Cristiano" (1613).

Desde lo alto de sus almenas contempla nuestra ciudad desde el siglo XII. Ha visto conquistas, reconquistas, traiciones, pactos, reyes y reinas, epidemias y risas, duelos de espada, de pistola y de pelota, el orto y el ocaso de la industria del vino y el desarrollismo urbanístico de nuestros días..., ha sido testigo, en definitiva, de la Historia de Jerez.


Y aún sigue en pie. "Adhuc stantes", como reza su vecino y nuestro añorado Instituto Santa Isabel de Hungría. Pero no sabemos por cúanto tiempo su sombra va a seguir perfilando sobre nuestro suelo el paso del tiempo, viendo su estado de progresiva degradación, sin mantenimiento alguno que la preserve para que continue siendo cronista de nuestra historia. Olvidada en una esquina de la cerca jerezana.

Las estructuras defensivas medievales españolas están declaradas desde 1931 como monumento histórico-artístico y desde 1985 como BIEN DE INTERÉS CULTURAL. Esta declaración delega la responsabilidad de su conservación a los ayuntamientos en cuyos términos municipales se ubique el elemento aarquitectónico de carácter defensivo e impide toda intervención que altere su carácter o pueda provocar su derrumbamiento.







Según la ley de Patrimonio Histórico Artístico de Andalucía, los propietarios, titulares de derechos o simples poseedores de bienes integrantes del Patrimonio Histórico, es decir, los bienes declarados como de interés cultural, tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos de manera que se garantice la salvaguardia de sus valores. De mismo modo deberán realizar las obras de adaptación, conservación y reforma para adecuarlos a sus condiciones estéticas, ambientales y de seguridad, salubridad y ornato públicos.

Por otro lado la Carta arquelógica municipal de 2008, incide en su valor como BIC e indica las intervenciones arqueológicas y urbanísticas rec
omendadas, y subrayamos lo de recomendadas porque ahí esta la trampa. Estas referencias legislativas, que adjuntaremos desarrolladas en el margen derecho del blog, las debemos a la cortesía de Esperanza Mata, arqueóloga del Colegio de Arqueólogos de Cádiz, a quien damos la gracias.

Confrontado este corpus legal con las fotos que incluimos sobre nuestra torre y lienzo de muralla de la calle Muro, no se puede denunciar con mayor fundamento el incumplimiento que hace el ayuntamiento de sus deberes.


Y no se nos diga que es falta de dinero, a pesar de existir programas financiados por la Junta de Andalucía y la Comunidad Europea para estos fines (Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía), pues la mayoría de los problemas que padece nuestro BIC son causa de la falta de sensibilidad, la despreocupación o la desídia: hiedras y otras enredaderas que trepan a sus anchas por muros de tapial del siglo XII, acabando con el precioso registro arqueológico de sus paramentos; acebuches como en plena sierra aliándose con los años y los elementos atmosféricos para ir minando sus estructuras; arcos que se abren de buenas a primeras para dar paso a una peluquería situada en el lugar más recóndito de nuestra ciudad; torreones ocultos entre cipreses para no enseñar sus vergüenzas y para impedir al ciudadano disfrutar de su contemplación, locales de dudoso gusto estético,...en fín, las fotos que adjuntamos hablan por sí solas.






Lo dicho, para cumplir con lo que obliga las leyes no hace falta más -en principio- que sensibilidad e interés.

La ley obliga las actuaciones de conservación y sanciona su incumpliento. Pero la ley se la pasan por el Arco, y no por el de Santiago precisamente; pues éste fue sacrificado en pro de la "modernidad" en el siglo XIX.

En el mismo saco entra el entorno, que como entorno de un BIC también debe ser preservado para conservar los valores de éste, como indica la legislación. Cuando vemos ese edificio naranja que pasa menos desapercibido que un club nocturno o sobresalir sobre la linea de muralla la urbanización contruida en el antiguo complejo bodegero de la ronda del Caracol (hay que aprovechar el espacio al máximo, que más da que construyamos sobre la muralla...-dijeron-) podemos decir sin temor que la ley nuevamente se incumple.












NOTA: Con esta entrada inauguramos la sección "Incumpliendo la Ley". Como ya prometimos a nuestros lectores durante la realización de la "Ruta de la Barbarie", iremos comprobando cómo a lo largo de los últimos años ha sido tristemente ignorada de manera impune buena parte de la normativa legal relativa a patrimonio en nuestra ciudad.
Juan A. Moreno.

3 comentarios:

javistone dijo...

Veo que al fin habéis cambiado el sistema de comentarios, así que finalmente puedo escribir aquí. Yo vivo en picadueña alta y paso por la calle muro todos los días varias veces, y por más veces que veo el estado del torreón y la propia calle muro... no deja de caérseme el alma. Hace un año de hecho comprobamos atónitos cómo abrieron el hueco de una puerta en la muralla para el acceso directo a una peluquería. Visto eso... diría que ya nada puede asombrarme.
Saludos y enhorabuena por el trabajo. Seguro que dará sus frutos.
Un saludo.

Jerez dijo...

Aunque ese "postigo" se ha abierto aprovechando la existencia de un vano o puerta tapiada de la antigua bodega, -aún se se observa alguna ventana abierta entre la jungla de enredaderas- su reapertura desvirtúa el carácter del momumento, como expresamente prohibe la ley de Patrimonio.

No existe excusa razonable para ésta actuación, y es denunciable. ¿Cómo puede el ayuntamiento haber dado esta licencia? No lo entendemos.
Es una lástima que no se valore lo que ese trozo de calle guarda.
No pedimos grandes obras -que también- sino al menos el mínimo mantenimiento que este BIC requiere para su conservación. Mantenimiento que no demanda millonadas.
Pero lo que pasa es que aquí si no es para acometer -o anunciar- obras faraónicas que salgan en los periódicos y en la TV local, en el ayuntamiento no se levanta un dedo...y así nos va.
Por cierto, nosotros también hemos sido del barrio por lo que tenemos también un especial cariño a la torre.
En fín, seguiremos denunciando, a ver si se mueven las conciencias.
Un Saludo.
J.A. Moreno

Anónimo dijo...

Enhorabuena por este magnífico artículo, todavía queda gente concienciada con el patrimonio de nuestra ciudad y actúa para denunciar este tipo de barbaries. Actualmente estoy haciendo el proyecto de fin de máster sobre la puesta en valor de la muralla de Jerez, y estoy haciendo un plan de acción/conservación del sistema defensivo jerezano. Esperemos que se valore y salga publicado en breves. Recogida masiva de firmas para la conservación de la riqueza constructiva que nos dejaron los almohades.
Un saludo
J.Jurado