martes, 24 de julio de 2012

JUANA DE DIOS LACOSTE (III): EL REINO DE LA BASURA ES DE ESTE MUNDO.



La antigua calle Carpintería Alta vuelve a  adquirir protagonismo en nuestro blog debido, una vez más, no sólo al estado de ruina, abandono y derribos con fines especulativos en que se encuentra, sino, por si esto fuese poco, por la extrema suciedad y el espantoso estado de inmundicia en que se encuentra el recinto  que fue, hace una eternidad, el tabanco del “Duque”, el cual  formaba parte del edificio de las Bodegas de Parra.

Este enorme conjunto arquitectónico, del que ya he escrito otras veces (y seguiré haciéndolo mientras sea necesario), llega desde esta esquina fétida, inmediata al balcón de Ponce de León,  hasta la calle Canto, donde se engloban restos arquitectónicos del siglo XV, conservándose allí una de las fachadas más antiguas de Jerez.


Este conjunto, que salvó su vida porque Pacheco dejó de ser quien era y “gracias” a que ninguna de las alcaldesas que le sucedieron en el trono municipal ha hecho nada, no sólo sigue en riesgo de desaparición total debido a su estado de incuria y abandono, sino que está a punto de convertirse en un futuro yacimiento arqueológico, como aquéllos surgidos a raíz de los restos orgánicos acumulados, por ejemplo, los concheros neolíticos.

Estos concheros se formaron debido a la gran cantidad de mejillones devorados por los europeos de los años 5.000 a 3.000  de A.J.C. Las cáscaras de estos moluscos, arrojadas, una tras otras, a un montón, terminaron por formar verdaderas colinas.

Pues bien, algo parecido parece que se han propuesto en este malhadado recinto, que, fotografiado en Navidades y luego en verano, comprobamos como ha aumentado de tamaño y ganado en pestilente esplendor.

¡Y todo ello en un edificio cuya propiedad es municipal!


Los autores de semejante enriquecimiento basural son los muchos seres humanos, jerezanos y forasteros, que, carentes de la más mínima educación y vergüenza, arrojan allí toda clase de cochambres e, incluso, parece que duermen dentro.

También se han producido varios incendios con el peligro consiguiente para todo el barrio, incluido el asilo de ancianos existente apenas unos metros más abajo.

Hace una o dos semanas escuchamos en un pleno municipal como un responsable de Urbanismo comentaba que se había limpiado la calle Vid debido a las protestas de los vecinos que la transitaban. Y yo, que aún creo en la bondad de la naturaleza humana, pensé que también podrían haber limpiado el Duque, fuente de indignación y quejas con tantos o más motivos que dicha vía.

Pues allí fui y, en efecto, aunque aseada, la calle Vid ya comenzaba a acumular de nuevo los fértiles restos del botellón perpetuo que anima sin control las noches ciudadanas, así como la personalísima huella de los grafiteros, que todo lo “firman” sin ninguna represión, pero el Duque….ah, el Duque….

 Cuando me asomaba a su interior una voz desesperada gritó a mis espaldas “¡Fotografíala Esperanza que es la ventana más bonita de Jerez!”. Era el dueño del nuevo Bar-Restaurante que ha abierto sus puertas en las inmediaciones de semejante basurero y que, tras rehabilitar y dar uso productivo a su casa, recibe, en primer lugar, todas las emanaciones y efluvios procedentes de ese atentado a la sanidad pública.

Cuando metí los brazos a través de las rejas para hacer las fotos, sentí en la piel toda la ebullición de la vida animal que producía la fermentación de las basuras combinadas con la ardiente temperatura del mes de Julio. El olor, indescriptible, fue  un viaje al pasado, cuando los muladares poblaban Jerez y se trazaban con proyección urbanística en el dibujo de Antón van der Wyngaerde, en 1567.



La hija del hostelero me llevó a su azotea para ver cómo el techo de las bodegas se cae a pedazos, cómo a través de éstos emergen frondosos árboles, cómo de los cajetines de la electricidad brotan flores y plantas dignos de un paso de palio, con el peligro de que cualquier día vaya a ocurrir un desastre por la mezcla vegetación-electricidad-humedad.





Aparte de eso, las vistas desde esa azotea eran maravillosas, dignas de ser disfrutadas sin inmundicias ni ruinas alrededor.






Da compasión ver tanta belleza y tan maltratada, ver tanto derroche del pasado en imprentas japonesas y otros fastos mientras que lo verdaderamente valioso de una ciudad se muere sin remedio.

E indigna que, cuando en época de recesión y paro, un empresario abre un negocio en una zona como ésta, ni se escuche su voz cuando pide algo tan lógico como es que se limpie un vertedero urbano, igual que en el siglo XVII, cuando se hacían las peticiones de limpieza para los muladares, verdaderas montañas de basura que existían por toda la ciudad.

Este es un problema múltiple, pues si bien el Ayuntamiento no consolida, limpia ni cierra herméticamente ese edificio abandonado y de su propiedad, la gente es la que lo ensucia y la que orina por todas partes de la ciudad, especialmente en noches de botellón, siendo ayudados en esta tarea por los perros, cuyas cacas no siempre recogen sus amos  y que suelen ocupar el centro geométrico de las aceras.

Sin educación ciudadana y buenos multazos a los infractores no hacemos nada, y permaneceremos en el tercer o cuarto mundo en cuanto a urbanismo y urbanidad respecta.

Para terminar, en el pasado hubo muchas ordenanzas al respecto que parecen mantener su vigencia: en 1614 el Corregidor instaba a los vecinos para que no arrojasen basuras a la vía pública, prohibiendo tirar “agua sucia” (o sea, orines y caca) desde sus ventanas a la calle. Los muladares importantes dieron nombres a algunas calles, como en el caso de la de Santo Domingo que se llamó: “Muladar de Santo Domingo” y “Nueva del Muladar”. En la calle de las Lecheras (San Miguel) había uno “tan grande y tan asqueroso que no había quien pudiese pasar por dicha calle y estaba tan levantado que fácilmente se podía entrar por él a las casas que lindaban” (Archivo Municipal de Jerez, Cabildo de 14 de Enero de 1643, f. 86)

A ver si entre todos, aprendemos algo de la Historia y nos civilizamos.

Además, los políticos nos sangran a impuestos e IVA para mantenerlos “a ellos”, que son nuestro tercer problema, y, por desgracia,  los votamos.

No se que da más asco en todo esto.

Esperanza de los Ríos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando era pequeño 12/15 años me gustaba pasear por el centro historico de Jerez y pensaba, con aquello bien planificado,arreglado y limpio tendremos el casco historico más bonito del mundo.
Iluso de mi,hoy a punto de cumplir los 48 y viviendo en el centro,esto no tiene arreglo.

Jerez dijo...

Y como ves, todo va a peor. Entre los recortes generales del gobierno de la nación y los particulares del Ayuntamiento, en plan "caza de brujas" que ha echado a la calle a dos arqueologos y a un historiador del arte, vamos totalmente al desastre.
La ciudad queda en manos de la especulación más salvaje.

Esperanza

Joseph-Antoine Lully dijo...

Bastante que han hecho, hacen o pueden hacer esos arqueólogos e historiadores del arte para parar la especulación y destrucción masiva del casco histórico de Jerez, si es que podemos llamarlo ya de ese modo...

Jerez dijo...

Nadie pueda hacer casi nada, porque la ignorancia y la avaricia de los propietarios es fundamental en el deterioro y derribo de las casas y el Ayuntamiento, tras el demoledor reinado de Pacheco, está para pocas fiestas.
Como sabes, en Jerez han mandado las constructoras y, a partir de ahora, como en el país entero,estan gobernando los bancos. ¿A quien le interesa la cultura? a poca gente y sin dinero...es una lucha contra molinos de viento.

Jerez dijo...

Nadie pueda hacer casi nada, porque la ignorancia y la avaricia de los propietarios es fundamental en el deterioro y derribo de las casas y el Ayuntamiento, tras el demoledor reinado de Pacheco, está para pocas fiestas.
Como sabes, en Jerez han mandado las constructoras y, a partir de ahora, como en el país entero,estan gobernando los bancos. ¿A quien le interesa la cultura? a poca gente y sin dinero...es una lucha contra molinos de viento.