domingo, 15 de julio de 2012

COLLACIÓN DEL SALVADOR: LO QUE LAS PAREDES OCULTAN.



En la próxima Ruta de la Barbarie vamos a recorrer parte de un barrio prácticamente desconocido, tanto, que ni los habitantes de sus casas saben ciertamente la antigüedad  de las paredes que los albergan ni los siglos sobre los que se alzan sus pavimentos. Toda esa Historia, con un recorrido de muchos ciclos,  actualmente está cubierta bajo profusas capas de  yeso, cemento y cal.

En  esta ocasión seremos, de nuevo, viajeros en nuestra propia ciudad, pero por mucho que miremos y diseccionemos estos lugares, también  nos puede pasar desapercibida tanta antigüedad.

La parroquia o collación del Salvador, es el conjunto  urbano   que posiblemente, en época almohade,  se poblase  en  primer lugar, debido a la cercanía de la Mezquita Mayor de la ciudad.  Tras la Reconquista cristiana, al reconvertirse dicha mezquita en la Iglesia Colegial, también debió de recibir en primer lugar a los nuevos habitantes de la ciudad.

Por esta causa, sus viviendas pueden ser las más antiguas del casco histórico jerezano y, por lo tanto, de toda la ciudad.

Hace ochocientos años de todo esto, así que pensemos detenidamente en estos edificios habitados en su mayoría, que guardan entre sus muros tanta historia como ha transcurrido y en sus huellas reflejadas en los muros vetustos del barrio.

Cuando un propietario sensible, decide rascar las paredes de su vivienda y restaurarla, está invocando al pasado y el pasado se materializa, en forma de arcos, columnas, ladrillos y piedra,   pertenecientes a épocas remotas, que han sobrevivido gracias a que esas casas nunca dejaron de estar ocupadas y en consecuencia, fueron reforzadas y obradas con el paso de los años para que no perdiesen su funcionalidad.

La casa de la calle Salvador nº 5 representa un modelo de supervivencia que la convierte, por el momento, en la casa más antigua de nuestra ciudad.



No soy experta en arte medieval, pero el arquitecto Rafael Manzano que visitó el lugar, consideraba que la columna sobre la que apean estos arcos era del siglo X, época califal y que sus dos arcos apuntados de herradura (transformados para quitarles esa forma de herradura pero cuyos indicios son perfectamente visibles)  podrían datar de los siglos XII o XIII.  En principio, así me lo parece a mí también, siendo su decoración de ladrillo aplantillado, muy similar a la que aún podemos ver en la Giralda de Sevilla, aunque  más simplificada.

La casa se articula en torno a un patio que ha sido formado a lo largo de varios siglos, siendo el más antiguo el núcleo fundacional que hemos referido. La arquería del patio que hace ángulo recto con estos arcos,  parece del XV y está realizada en piedra, apeando los arcos sobre una columna poligonal, tallada también  en  cantería. De esta tipología hay otros ejemplos cerca de aquí, en la calle Isla.

La tercera crujía, por la que se accede a la casa, podría ser del XVI, con arcos de ladrillo sobre columna de mármol. Sobre esta crujía vemos una segunda planta, hecha en ladrillo,  que se abre al patio en arcos de medio punto.

Las características del ladrillo basto para ser enlucido, es material de construcción en las zonas más antiguas, así como el tapial; el empleo posterior del aparejo mixto de cantería y ladrillo, así como  la estructura y organización de los espacios muestran sus rasgos medievales, trasformados en el siglo XVI y luego camuflados a lo largo del tiempo para seguir adaptando la vivienda a las nuevas necesidades de sus moradores sucesivos y al gusto de los siglos siguientes.


SALVADOR, N  7


SALVADOR N 2

Los rasgos de arquitectura mudéjar se hacen visibles a lo largo de todo el barrio: la que linda con ésta, el nº 7,  presenta en el patio unos alfices, cubiertos de cal, que podrían dar grandes alegrías si se decidiese una restauración seria de la casa. También el nº 2 muestra rasgos mudéjares de gran interés.

Son viviendas pequeñas, articuladas en torno a un patio principal con galerías y sin columnas, completados con otros patios traseros con esta misma estructura, en una construcción orgánica, según van surgiendo las necesidades de los habitantes.

Tienen miradores con ventanales en arco que en origen llevarían celosías de madera.

Las puertas están encuadradas por alfices; dinteles formados por ladrillos y, posteriormente cantería, dispuestos radialmente.




Varias vistas de la casa de C/ Calzada del Arroyo nº 14


Estas características continuaron a lo largo de los siglos; entrelazándose con los otros estilos que se fueron imponiendo y formado estilos de síntesis.

Muchas se ocultan bajo fachadas posteriores, fachadas anodinas, muchas de ellas, o rehechas en los siglos XIX y XX, como el caso de la número 5.

Estos datos puede advertirnos del peligro de una identificación hecha en base a las fachadas, como el caso de muchas de las que se citan en el PGOU. En concreto, ésta que vamos a visitar, en el del 1999 estaba mencionada como “Ruina”… Pero sus compradores creyeron en ella y hoy todos nosotros se lo agradecemos.

Hay que estar atentos a que no se cometan en este barrio más atentados como el de las cercanas Lepanto-Abades o como otros  muchos que hemos visto.

Porque en este momento histórico en que  se están quebrantando derechos adquiridos con esfuerzo por los trabajadores a lo largo de los siglos, se está manejado “La Guadaña” más que la tijera para todos los españoles… ¿Qué podemos esperar para estas casas indefensas que sólo valdrán por el suelo que ocupan para especular con ellas si el dinero vuelve a las manos de siempre, en un futuro no muy distante?

Sólo cabe confiar en el buen sentido de la gente que las habita y contar con que sus propietarios sepan el valor que tienen y que, a la larga, pueden darles  mucho más que el dinero que se invierta en ellas. Al menos, con que las mantengan en pie, nos conformamos.

Esperanza de los Ríos


2 comentarios:

Eduardo Velo García dijo...

Todo un ejemplo de recuperación del patrimonio la casa de Manolo Flores.http://jerezintramuros.blogspot.com.es/2011/03/lo-que-la-cal-esconde.html

Cartujón Verbenero dijo...

"Estos datos puede advertirnos del peligro de una identificación hecha en base a las fachadas, como el caso de muchas de las que se citan en el PGOU. En concreto, ésta que vamos a visitar, en el del 1999 estaba mencionada como “Ruina”… Pero sus compradores creyeron en ella y hoy todos nosotros se lo agradecemos."

Esperanza sigues haciendo continuamente juicios de valor (negativos) sin saber de qué hablas. "Ruina" no es ningún grado de catalogación. El Plan de 1995 (no 1999) catalogaba esta finca como Conservación Arquitectónica y, en base a esa catalogación se realizó la rehabilitación. Ya que váis a visitar la casa y estar con el propietario podías preguntarle en público si desde la GMU se le instó a construir un "ladrillazo" y él tuvo que luchar contra ello. A lo mejor te cuenta que quien lo sensibilizó hacia la casa es un conocido arquitecto de la orden de San Bruno. Pero no... seguro que no... eso es imposible... seguro que lo animaban a un "ladrillazo"... Qué vamos a esperar si no de la GMU...