martes, 31 de mayo de 2011

Así se desfigura un casco histórico: la Casa de las Mujeres.


Encuentra las diferencias: del siglo XVIII al XXI en un pis pas.

Quien nos acompañase en la visita que hicimos por el barrio de San Mateo pudo comprobar cómo la configuración urbana de este sector del casco histórico está siendo arrasada con recientes actuaciones arquitectónicas (y las que están por venir si no lo remediamos).

En pro del un mal entendido Progreso, que propugna que la arquitectura contemporánea debe tener su sitio dentro de los cascos antiguos, se han ido tirando a la basura, muchas veces sin justificación alguna, los tan preciados valores artísticos, sociológicos, antropológicos, históricos... y la idiosincrasia de una ciudad de siglos representados en su caserío antiguo.

¿Qué dirían hoy aquellos ilustres visitantes que tiempo atrás celebraron en sus escritos sus paseos por las inmemoriales y señoriales calles de nuestro viejo Jerez? Dejarían de escribir; sentirían vergüenza ajena.

Un nuevo ejemplo de esta sinrazón lo encontramos en las rehabilitación de unas casas en calle Liebre número 23. En 2002 salía a concurso esta rehabilitación para albergar la "Casa de las Mujeres". Un equipamiento socio-cultural con el que el ayuntamiento pretendía "inyectar vitaminas" al centro histórico.

En su interior se conservó medianamente bien el patio con sus arcadas -por lo que de funcional tiene-. Sin embargo, su aspecto exterior, pese a que se encontraba en buen estado, fue transformado totalmente para darle un aspecto más "contemporáneo". Algo que no justifica el hecho de que se mimetize con cierta facilidad con su entorno. Quizás este ejemplo de arquitectura puede ser la elegida en aquellos casos donde el inmueble histórico haya pasado a la historia. Pero éste no lo era.



Pese a ello, parte del tejado desapareció. Las características ventanas con cierro y los balcones de la arquitectura popular jerezana dieciochesca fueron reemplazadas por unos insustanciales vanos de estirpe racionalista. La transformación de la fachada se culminó con el preceptivo zócalo de plaquetas. Todo para combinar con un entorno cada vez más vanalizado y desnaturalizado, más propio de una barriada de autoconstrucción de la periferia que de un centro histórico.

En definitiva, un nombre más para la lista que deja tras de si el nulo criterio con que nuestro ayuntamiento ha manejado y maneja a la hora de rehabilitar el casco histórico.

Lo recordamos una vez más para los que nos quieran oír: los necesarios planteamientos para "dar vida" al Jerez histórico no deben ser ajenos o incompatibles con la conservación sus valores histórico-artísticos.



Jose M. y Juan A. Moreno





1 comentario:

Jerez dijo...

Como complemento a esta entrada os adjuntamos este enlace sobre "Pueblos feos" que nos remite "Jerez Plataforma".


http://blogs.elpais.com/paco-nadal/2011/05/pueblos-feos-en-espana.html