- ¡Hombre, señor Diablo, desdichados sean los ojos!
- ¿Qué pasa, hombre? ¿Me echabas de menos?
- No mucho, pero ¿no quedamos, antes de que te fueras de
vacaciones carnavaleras, en que me ibas a instruir en el Mal Gusto Cuaresmal? ¿No
me dijiste que tú eras más de Doña Cuaresma que de Don Carnal? No sé si te has
dado cuenta, pero los azahares ya están a punto de explotar y el morbo de
conocerlos me tiene en ascuas.
- Pues de eso vengo, de darme mi vueltecita por el cotarro de la plaza de Peones.
- Que nombre más a propósito se le dio a esa plaza, ¿verdad?
- Pues sí. Los explosivos perfumes que lanzan
al aire esta buena gente, jerezanísima toda ella, son tan de Jerez como el
Gallo Azul.
- Explosivos, sí, pero no del perfume del azahar,
precisamente.
- Es que, pre-ci-sa-mente, para eso mismo los tengo bien alimentados
con mis condumios más indigestos: seis quilos de Hipocresía para untar en la
tostada del desayuno, que la primera comida del día debe ser fuerte. Para el
almuerzo, cuatro platos de Necedades adobadas al palo cortado y cinco jarras de
Arrogancia para empachar a satisfacción. Y de cenar, una sopita con cinco
kilos de Vanaglorias con cerezas del Valle del Jártate de reír.
- Efectivamente, explosivo de necesidad, maestro. Bueno, a lo
que íbamos. Ahora que sé de donde vienes, seguro que esos engendros cuaresmales
del Mal Gusto serán alguno de esos carteles que se pintan sobre photoshop y que
arropados con trapo barato y cornetas y tambores te los venden como obras Dalinianas, de Kandinski o de Robert Cappa, o de la madre que los parió. Pero, que digo, que saben ellos de "Realismos Mágicos" o Robert Cappa, a lo sumo obra de Pereiras en una mala tarde…
- Engendros al corte y confección los llamo yo, pero no son
estos los que te quiero llevar a ver.
- Serán las coplas-marchas, entonces. Esas que hacen llorar a la Piedad y a las tres Marías más que cuando ven caer los chuzos de punta en la
tarde del Viernes Santo.
- Engendros tan canallas como Kani-llescos; te hacen pasar
un Calvario auditivo vengas o no de la Casa de Pilatos. Pero tampoco. Tampoco
llegan al sublime grado de perversión que busco.
- No sé adonde me quieres llevar, amigo Diablo, las
oscuridades de tu Mal Gusto me ciegan por completo. ¡Ya lo sé! ¿Los pregones
que riman candelería con mare mía, olé con Jeré, penas con carnes
morenas, o Jerusalén con ¡A esta es!?
- Ni a esta tampoco, discípulo mío. Hoy tus neuronas patinan
más de los normal. ¿Te has fumao algo? Deja tranquilos a mis académicos del ¡Diosmío!
rumiando versículos satánicos alcanforados, no sea que se les corte la
digestión; que el pregón está a las puertas del Villamarta.
- ¡Dios me libre! (me dije para mi). Como no sea, entonces,
la entonada presentación de uno de esos vestiglos de corte y confección, entreverados
con las fusas, semifusas y confusas
notas pacololescas… No sé ya que mayor engendro del Mal Gusto nos puede ofrecer
tu querida Doña Cuaresma.
- Agggg! ¡Por todos los condenados por prevaricación y
recalificación de suelos! ¡Un poti!, discípulo, ¡un poti!, ¡que parece que no
te enteras!
- ¿Un puti? Ya sé que los Diablos no guardáis el precepto de
la abstinencia cuaresmal, pero no sé qué tiene que ver el correrse una juerga a
lo Berlusconi con destrozar los preceptos del Buen Gusto artístico.
- ¿Qué estás de cachondeo? ¿O es que otra vez el
subconsciente te juega una mala pasada, discípulo?
Sí, es feo, pero es mi pare... |
- Un poti, según la definición del Diccionario cofrade de
María Molíaner, es “aquella imagen de un Bulto rotundo que representa una
imagen sagrada, principalmente de Jesús Cautivo, que es utilizada por las
agrupaciones y protocofradías de Viernes de Dolores para que los chavales se
diviertan sacando un paso por las calles del barrio”. Para otro día
dejaremos la astracanada Imaginería Sacra “Pasarela Cibeles” y el no menos vulgar “Arte cristiano macarra-bajo andaluz”.
Nuestro recorrido lo comenzaremos por la iglesia de San Dionisio...
Nuestro recorrido lo comenzaremos por la iglesia de San Dionisio...
"El Despojao": de poti a "embellecer" la iglesia de San Dionisio. |
Nota: Hoy, Viernes 15 de marzo de este desgraciado año de 2013, en la Casa de Exorcismos de la hermana Jerónima cantamos el Te Deum Laudamus para dar
las gracias a Dios Misericordioso por haberse dignado suspender el horrendo
castigo que la posesión diabólica de nuestro querido amigo, cuyo nombre no
revelaré por vergüenza ajena, estaba produciendo a todos los que leían este
blog. Aquí dejó de escribir su relato sonámbulo, en el mismo y preciso momento
en el que la prestigiosa monja exorcista extrajo con tenazas, y con no poco
trabajo y tiento, el molesto tabardillo del Inframundo del Mal Gusto que se
había apoderado de su cuerpo y mente.
Arrepentido de sus escritos, en
aquella Hora suprema, mi amigo me hizo prometer que borraría todo cuanto había publicado
en este blog. Pero recapacitando que mayor daño al Buen Gusto era el borrarlos que el sufrir
su lectura, he resuelto dejar que se conserven para eterna memoria y seguro
aviso del irrefrenable poder que el demonio del Mal Gusto gozó, goza y,
desgraciadamente, gozará sobre esta ciudad de Jerez de la Frontera.
"¿Dónde está el Diablo ese ?, que me lo como" (hermana Jerónima). |
Juan Antonio Moreno Arana
1 comentario:
Qué feo!!! Y qué divertida la entrada.
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