Uno de los casos más sangrantes respecto al patrimonio jerezano desaparecido, es el del "Palacio de Mirabal", y lo pongo entre comillas porque no habría otra forma de hacerlo.
Los restos de dicho Palacio, o Casa de dicha familia, se encontraban en la plaza de su nombre. En 1990, cuando comenzaba a trabajar en lo que sería mi tesis doctoral, estaba preparando una conferencia sobre la arquitectura palaciega y señorial de esta ciudad, centrándome en los edificios que nos habían llegado del siglo XVI. Entre estos se encontraba la fachada, un piso superior y los restos de un patio muy interesante, de lo que fue la citada casa señorial.
No era demasiado lo que había, pero sí muy interesante; la fachada (lo único que se conserva) podría encuadrarse en la primera mitad del siglo XVI y los restos del patio parecían anteriores, dada la desigualdad de los arcos que lo componían y el hecho de estar enmarcados al modo de los de tradición mudéjar; en el interior de uno de éstos arcos se encontraban unos restos de pinturas de carácter heráldico posiblemente datables en el siglo XVII, que, en su momento, no fotografié.
Cuando unos tres años más tarde, fuí a fotografiar aquellas pinturas y a revisar los arcos, pues podrían relacionarse con algunos aspectos de mi investigación, me encontré con lo que ahora vemos: no quedaba nada y su lugar lo ocupaba un bloque de viviendas similar a un "Exin-Castillo".
En la plaza aún quedan edificios de gran interés del siglo XVII. Desde aquí queremos alertar a todos los que amamos nuestro Patrimonio, para que la historia negra no se repita.
Para que tomen nota quienes estan obligados a cumplir con la salvaguarda de nuestros bienes artísticos, históricos y urbanísticos según las incumplidas Leyes de Patrimonio de la Junta de Andalucía.
Y para que tomemos nota sobre todo nosotros, responsables todos de tantos descalabros.
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