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sábado, 7 de diciembre de 2013

JAULAS VACIAS





Entro en la calle Larga, y me digo que no voy a volver a pasear por el centro de Jerez, como por el de otras “grandes ciudades”, si no es con altas dosis de narcóticos en sangre, que me haga insensible ante tanta ordinariez y destrucción. Pienso que esto de relatar la inexorable destrucción del Patrimonio urbano de esta ciudad y su sustitución por tanta zafiedad parece que me haya hecho hipersensible a todo. Puede ser que así sea. Porque es que paseo, digo, zigzagueo, por calle Larga hacia plaza Arenal y no veo más que cientos o miles de mesas y sillas, con sus respectivas sombrillas. Y junto a ellos otros cientos de paneles publicitarios, tan ostentosos como horteras, mostrando las viandas que ofrece el bar de turno. ¿Estaré hipersensible o será qué no se cumple la normativa municipal sobre veladores y elementos anexos? 

La exposición de pintura: un menú muy recomendable...

Continúo hacia Consistorio, y llego a la antiquísima plaza de la Yerba, donde en un tiempo pretérito, no menos imperfecto que el actual, estuvo cerca la picota, esa columna -reaprovechada segurísimo de un antiguo templo romano o iglesia mozárabe- donde malhechores, putos y otros energúmenos patrios sufrían el escarnio público aun incluso después de muertos. Llego a esta verde plaza, como digo, y de repente, colgadas de los árboles…¡¿jaulas?! – no sé si exclamo o me pregunto-. Aunque parezcan algún tipo de trampa para alimañas son, en realidad, lo último del despiporre lumínico navideño de este “I Año Triunfal de la Recuperación Económica”. 

De repente, como las encuentro vacías sin ningún Pájaro dentro, hago una lista de quiénes deberían estar encerrados en ellas, ya vivos o ya descuartizados, pagando por sus fechorías contra el Patrimonio de los jerezanos, como estrictamente lo dictaminarían las justas costumbres y leyes de antaño. La lista la encabezan, evidentemente por la cercanía, los munícipes y sus deudos. Pero no me detengo mucho; no vaya a ser que quien acabe enjaulado sea yo, por eso de estar intentando enmendar entuertos y de desafiar en desigual combate a tanto malandrín.

Por la Plaza Plateros paso saludando a los parroquianos, que ni se inmutan dándole que te pego a su tostá con jamón o a su relajada jarra de cerveza fresquita. Aunque más impávida está la torre de la Atalaya, que con sus largos años de poco puede maravillarse ya. 

Ya estamos pasando por el Carmen y sus casas ar-ruin-adadas. Nos acordamos un momento de un antiguo e inquieto maestro y de una señora con pamela que buscaba el Ayuntamiento y seguimos nuestro deambular refregándonos por las paredes para que no nos pille algún piloto de la F1 o de la Moto GP. 

cuatrocientos años no son nada.

Una calle que debería ser peatonal

La solución del Ayuntamiento: un parque con columpios.


Con los hombros y el pantalón estampados de suciedad llegamos a la calle de la beata Juana de Dios Lacoste (antigua Carpintería Alta). Le hacemos un rezo al bulto redondo de Sor Angelita, para que junto a la beata local intercedan en el cielo para que los vecinos que abandonaron la calle vayan directos al Infierno; de allí seguro que no se largan. Recordamos nuestra traviesa infancia en el viejo patio gótico del colegio El Salvador y el “cine de verano” del Astoria, abierto ahora para permitir el vergonzoso e incesante tránsito de bolsas de alimentos procedentes de la caridad del comedor del Salvador

¿Por qué hemos llegado a esto?



Por fin, llegamos al punto de destino: el tabanco de Duque y su bodega anexa, de la que hemos narrado y denunciado desde el 2010 el fin que estamos, ahora, contemplando. "Hicimos lo que pudimos" nos intentamos convencer.

Esta triste noticia vieja, este macabro espectáculo pre-navideño, nos trae otras visiones fantasmales a la mente. Nítidamente, como si lo estuviera viendo, la dieciochesca pensión de la calle Santa Rosa y sus tejados -tipología edificatoria que el PGOU ambiguamente sugería su conservación- trocados por un "elegante" pretil de cemento, azotea y futuro ático. O veo, como un profeta del Antiguo Testamento, el destino de los Palacios de Villapanés y de Riquelme representados en un palacio del Sanlúcar que, tras un largo abandono, le llegó el momento de rendir cuentas con el Tiempo y la Incultura. 

Pero ahora, después de este enésimo recorrido, todo lo veo con impasibilidad, como si yo mismo fuera la Torre de la Atalaya  a la que nada sorprende. Ni las lágrimas acuden ya a mis ojos, ni la Ira mueve mis ánimos ¿Estaré ya narcotizado?

La hornacina sigue siendo linda, por cierto.

Esperando su turno...

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar...
(Palacio del siglo XVII en Carril de san Diego en Sanlúcar, próximo a ser demolido para que se reabra la calle)
Aquí, mucha jaula, pero todas vacías.


Juan Antonio Moreno Arana.

viernes, 21 de junio de 2013

Los conventos del Espíritu Santo y San Francisco: ¿dos historias paralelas?



Esta semana hemos sabido que la comunidad de frailes del Convento de San Francisco se marcha de la ciudad, dejando al templo y sus bienes muebles en una situación incierta. Es inevitable retroceder unos años en el tiempo y recordar lo ocurrido con otro histórico cenobio de nuestra ciudad, el del Espíritu Santo, que hoy se halla cerrado, abandonado y expoliado. ¿Será este el futuro que le espera a San Francisco? Queremos pensar que no pero en Jerez siempre hay que ponerse en lo peor, por lo que habrá que estar muy alerta a cómo se desenvuelve este asunto en los próximos meses. 



Un detalle del interior del Espíritu Santo, hoy saqueado, con un magnífico retablo  del último cuarto del XVII cuyo estado actual desconocemos.

Como testimonios que son de nuestra historia local, la trayectoria de ambos edificios tienen ciertos paralelismos. Los dos fueron fundados en época medieval: San Francisco poco después de la conquista cristiana de 1264 y el Espíritu Santo en 1324, por lo que podemos decir que ambos son, junto a Santo Domingo, las fundaciones conventuales más antiguas de Jerez. Los dos serían reedificados durante los siglos posteriores e incorporarán destacadas muestras del renacimiento, incluso con curiosas similitudes constructivas: tanto la iglesia del Espíritu Santo como la capilla del Voto poseen bellas cabeceras cubiertas con bóvedas en forma de concha que remiten a una inspiración común en Martín de Gainza y la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, interviniendo en ellas nombres tan importantes de la arquitectura renacentista jerezana como son Pedro Fernández de la Zarza y Bartolomé Sánchez, respectivamente. Los dos sufrieron los primeros siglos de la Edad Contemporánea con sus correspondientes desamortizaciones, mutilaciones especulativas y destrucciones antibarrocas de retablos pero, a diferencia de otros conventos, los dos llegaron hasta nosotros habitados hasta que la falta de vocaciones ha obligado a su cierre. Y los dos carecen de la  protección de una declaración de BIC que merecerían con toda justicia.

Cabecera de la Capilla del Voto de San Francisco (Pedro Fernández de la Zarza, mediados del siglo XVI)
Cabecera del Espíritu Santo (Bartolomé Sánchez, 1577)

Lógicamente, también hay importantes diferencias. En primer lugar,  el cenobio femenino ha mantenido un edificio básicamente renacentista, con algún añadido como el claustro, del siglo XVII, mientras que San Francisco sufrió un derrumbamiento en el siglo XVIII que llevó a su casi completa reedificación, concluida en 1787 por Juan Díaz de la Guerra, así como el derribo en el siglo XIX de sus primitivas dependencias conventuales, cuyo solar hoy ocupa la Plaza de Abastos. Por supuesto, y estos son puntos a favor de San Francisco frente al Espíritu Santo, el ser un convento masculino y el situarse en un lugar muy céntrico, lo ha convertido siempre en un templo muy visitado. 

La presencia en él de una cofradía de penitencia y de varias imágenes de gran devoción hace pensar que no se producirá el cierre de la iglesia, como los propios franciscanos han asegurado. Pero, ¿esto nos debe mantenernos tranquilos? Conociendo la historia reciente de nuestra ciudad, cuanto menos tenemos que poner en duda cualquier promesa de este tipo. Es más: ¿qué puede pasar con un patrimonio como el de este templo que no está declarado BIC? ¿Quizás lo mismo que en el Espíritu Santo, cuyas pinturas, esculturas o azulejos han sido trasladados a conventos de otras localidades, cuando no vendidos o robados?

Vista del interior de San Francisco, con el monumental retablo mayor, de Francisco Antonio de Soto (1699).

¿Tiene nuestro Ayuntamiento algo que decir? Parece que no pero recordemos que la hermosa Capilla del Voto fue construida por el Cabildo Municipal y además ha sido restaurada hace algunos años con el dinero de todos los jerezanos...

San Francisco, esa histórica fundación medieval, la de las historias del sepulcro de una desdichada reina de Castilla y de votos de sangre de defensa del dogma de la Inmaculada, no puede ni debe convertirse en otro caso casi perdido como el del Espíritu Santo. No volvamos a quedarnos de nuevo con los brazos cruzados.

José Manuel Moreno Arana


miércoles, 29 de mayo de 2013

OTRA OCURRENCIA MUNICIPAL PARA "SALVAR" EL CASCO HISTÓRICO.

Esta es la noticia que ofrecía el Diario de Jerez, el Martes 28 de Mayo de 2013, en relación al alarmante estado de nuestro casco histórico y que, aparentemente (no querría pecar de vanidosa), parece una respuesta indirecta a nuestra muy concurrida séptima Ruta de la Barbarie del 23 de Mayo. Incluyo también el comentario que, un lector "Perplejo", hacía a tan ambicioso proyecto: 

"El Ayuntamiento, a través de la Empresa Municipal del Suelo, Emusujesa, y la Universidad de Sevilla, a través de la Fundación de Investigación (FIUS), han suscrito un convenio de colaboración para que alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura realicen un proyecto de investigación y evaluación de propuestas de intervención urbanística integral sobre el Centro Histórico de Jerez. 

El vicepresidente de Emusujesa, Antonio Saldaña, explica que este convenio de colaboración se engloba en el marco de las estrategias de regeneración del centro histórico de la ciudad en las que viene trabajando el Ayuntamiento desde hace meses. A mediados de junio se va a constituir una Mesa del Centro Histórico en la que se expondrán estas estrategias y se plantearán propuestas para revitalizar el centro de la ciudad". 

Comentario: 

1 "Perplejo" 28.05.2013, 16:23 "¿Que a mediados de junio se va a crear una "Mesa del Centro Histórico"?. . . , ¿Y qué fue del "Área de Rehabilitación Concertada"?¿Y de la "Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico"?¿Y de los expedientes de rehabilitación del "Municipio de Actuación Preferente"?¿Y del "Departamento de Rehabilitación" de Emuvijesa?¿Y de los Departamentos implicados de la "Delegación de Urbanismo"?. . . , ¿Qué van a crear ahora?¿Otro parche para tapar un parche?¿Y quién va a pagar este nuevo "invento"?" 

Este comentario, donde se evoca la retahila de estrafalarias oficinas y organizaciones inútiles, surgidas de las ocurrencias anteriores, transmite con un inmenso sentido común, que es común también a muchos de nosotros, el hartazgo ante la nueva fanfarria triunfal de nuestros bienamados munícipes que nunca han hecho nada al respecto. Bueno, sí, llevar más desastre a nuestros barrios históricos y a sus monumentos derruidos. 

Por este motivo incluyo ambos escritos por entero, para quien no se haya enterado, porque si algo importa en este blog son noticias como éstas. Pero como ciudadana interesada en que no desaparezcan nuestros edificios antiguos, me interesa sobre todo el comentario del amigo "Perplejo", pues no hace otra cosa que poner por escrito lo que pensaría y diría cualquier persona normal, residente en esta mahadada ciudad y medianamente informada de la política municipal en relación al Patrimonio llevada a cabo en estos últimos veinticinco años y, en consecuencia, harta de que sus impuestos se vayan por el retrete. 

Los seguidores del blog se habrán alegrado, y, evidentemente, todos los vecinos de la zona quienes, año tras año, ven su barrio más y más deteriorado y sus devaluadas viviendas impunemente vandalizadas por botelloneros y gamberros de Jueves a Domingo por la mañana. 

Este convenio podría ser interesante si no fuera porque en el propio Ayuntamiento existe un magnífico plan de regeneración elaborado por sus propios técnicos, algunos de ellos magníficos profesionales. 

Algunos de estos técnicos han sido, durante años e, incluso décadas, demonizados y Cruz-ificados en época de Pacheco y su adlátere mencionado, por preocuparse de que no desapareciera todo el Casco Histórico, en la época en que todo se quería tirar (y se tiró mucho) para volverlo a hacer en estilo "pastiche" pero, además, "más bonito". 

¿Se ha contado con estas personas y con este plan antes de irse a buscar alumnos a Sevilla? ¿Y esa "Mesa del Centro Histórico" servirá simplemente para decir "Amén" a todas las ocurrencias de un equipo municipal demagogo más, que puede pasar con sus estudiantes por nuestras calles como ya pasó Pacheco? Es decir, como una apisonadora que se llevó por delante todo cuanto pudo. 

Recuerdo el primer PGOU que se realizó en esta ciudad por mano de Fustegueras, para el cual vinieron a catalogar los inmuebles unos estudiantes de Arquitectura, creo que de Madrid (si no es así, el alma buena que ya sabemos, me corrija, por favor) y así salió. 

Yo también hice mis primeras armas catalogando cuando era estudiante, con el Catedrático que unas veces se interesaba por mis fichas y otras no. Posteriormente, cuando ya era una profesional experimentada, me catalogué yo solita toda la Villa de Bornos y me llevó dos años hacerlo en condiciones. Todo con vistas a saber el valor de cada casa en caso de rehabilitación o de querer tirarla para hacer bloques, como en Jerez, que no en Bornos, ha ocurrido. 

Rehabilitar es otra cosa, pero parte de conocer bien lo que tienes entre manos y para eso existen los catálogos, para saber el valor de los edificios y las sorpresas que te pueden dar. El material constructivo de que están hechas nuestras paredes no es fácil de manejar, la trama urbanística de traza almohade en su orígen es muy valiosa, por no hablar de arquitectura señorial e industrial, tan maltratada también. Por no hablar de esas fachadas anodinas de las casas de vecinos que ocultan sus tesoros bajo cañizos, ¿Verdad,  señores propietarios? 

Conocemos a muchos arquitectos jóvenes y sabemos que las enseñanzas impartidas en la escuela no tocan estos asuntos ni por el forro, sólo les enseñan "a hacer casitas", en palabras de alguno que me lo dijo tal cual.  

No queremos más catetos "pastiches" ni horrores y "modernadas" como la ampliación del Museo Arqueologico invadiendo Justicia y Liebre. 

No hay mucho más que decir. Solamente que ahora son otros tiempos, la gente ya no "pasa a pedal" de sus barrios medievales, la cultura histórica ha dado mucho de sí en estos años y no sólo nosotros, sino quienes nos precedieron y quienes siguen trabajando en este sentido, hemos ido sembrando conciencia urbana y patrimonial, con lo cual, los que eran borregos jerezanos, pueden salir ahora como panteras para defender lo que, entre todos, hemos arruinado. 

Es tiempo de entonar el "mea culpa" pero también de proteger lo que nos queda. De que a cada uno se le dé lo suyo, lo bueno y lo malo que se hayan ganado y de que quede claro que los ciudadanos estamos más que hartos de los enjuagues políticos que nos han arruinado, dejado en el paro y arrasado nuestra ciudad. 

Estamos muy cabreados y no vamos a consentir más ocurrencias ni atrocidades. Que quede claro, meridianamente claro. 

Esperanza de los Ríos.

viernes, 26 de abril de 2013

CAZORLA BAJA: UNA DESCONOCIDA EN LA CIUDAD.






Calles desconocidas en esta ciudad hay muchas, como ésta llamada "Cazorla Baja" la cual hoy os invito a recorrer en sus escasos metros de longitud. Para acceder a ella hemos de bajar por la bastardeada Cuesta del Cristo de la Viga, hoy llamada Calle de la Encarnación, y a la izquierda, haciendo esquina con la casa encalada que en la foto vemos de frente, se encuentra ella, nuestra estrella sin luz de hoy.

Tal vez, ésta como tantas otras de las cuales vamos relatando, apenas son conocidas, excepto por quienes viven en ellas y por unos cuantos turistas que salen algo achispados de González Byass; pocos más habrán transitado por ellas. Han pasado desapercibidas, a pesar de que en otras épocas las habitaron artistas que han pasado a la historia del arte de nuestra ciudad, como Jacome Baccaro, según ha estudiado nuestro compañero José Manuel.

El transcurso inevitable de los años, el cambio de emplazamiento de una gran parte de la feligresía del Salvador a otros lugares que se fueron poniendo de moda y el empobrecimiento del casco histórico desde hace mucho tiempo y sobre todo, tras el paso por la alcaldía de los personajes que hoy se sientan en el banquillo de la Justicia por otros motivos, cuando situaciones como estas deberían ser juzgadas también (a Pacheco me refiero, por si no ha quedado bastante claro), han llevado al olvido a esta calle, preciosa por su emplazamiento, por los interesantes edificios y restos que contiene y por sus vistas a la torre de la Catedral.
 

Tras la especulación de estos últimos años y el irreversible deterioro de todo el caso histórico, esta callecita mínima  ha quedado convertida en un mero telón de fondo teatral pues de su  último tramo solo quedas las fachadas, algo que se puede apreciar desde la Calzada del Arroyo. 

Su única casa habitada, protagonista en este blog el año pasado por una controvertida intervención que se hizo en la portada que da a la Cuesta de la Encarnación, se conserva a pesar de todo aceptablemente cuidada, lo cual ya es importante.

  
Adentrarse en su misterio conlleva sorpresas que nos dejan aún 
más intrigados que antes de transitarla. Nuestros lectores verán desde aquí  una hermosa perspectiva de la torre catedralicia, no menos maltrecha que el resto de nuestro patrimonio artístico. 

Pero si mira hacia el muro de la derecha en la foto y de la izquierda conforme entramos, se podrá observar una pared de aspecto muy antiguo, realizada con materiales heterogéneos donde destacan los ladrillos y el tapial. 

Vemos un arco, tal vez de descarga o una antigua puerta cegada, no lo sabría decir, pero el arco presenta esos rasgos mudéjares que son tan frecuentes en toda la ciudad, hasta fechas bien avanzadas y que convivieron en armonía con otros estilos artísticos a lo largo de los siglos.


                                                  




La parte superior del arco es tapial, esa amalgama de pequeñas piedrecillas, ladrillos rotos, cerámica, incluso vemos una piedra de molino o algo parecido de mármol blanco que incluso puede ser romana. Todo ello fraguado con cal y arena y secado en unos cajones de madera que se iban colocando tal cual.



Si es almohade, mudéjar, cristiano o del siglo XX yo no lo podría decir, pues sería necesaria la presencia de los arqueólogos, tal vez de aquéllos que puso el Ayunta-miento en la calle, para que investigasen sus materiales a fondo y dictaminasen su cronología con certeza.

Pero es un muro, como tantos otros ya dados a conocer, hijo de mil padres albañiles y de mil remiendos y apaños. Cuenta historias sin voz y a nosotros nos gustaría oírlas porque interesantes deben ser, más que los embustes de los políticos.


Me podrían preguntar, como ya lo han hecho algunas personas: ¿Y tú que "pondrías ahí, en ese callejón? Porque muchas personas, incluso cultas, no ven la "utilidad" de estas calles, ni de estos espacios tan alejados de lo que vulgarmente conocemos como "centro". O sea, calle Larga, Arenal, Plaza Esteve. 

Yo contestaría que su gran utilidad es la de formar parte de nuestro casco histórico y de su antiquísima trama urbana. Estar en el entorno de la Catedral y poder ver desde ella su torre mientras que se mantenga en pie. La de estar formada en parte por muros arcaicos, que se remendaron conforme pasaron los años y aún siguen en pie. Poder saber que existe, verla cuando salimos en Semana Santa. Ademas hay personas que la habitan, como antaño lo hizo Jacome Vaccaro. ¿No os parece suficiente utilidad? ¿Qué mas queréis "poner" en ella, si sobre sus paredes ya están depositados muchos siglos?

Esperanza de los Ríos

domingo, 21 de abril de 2013

"IN ICTU OCULI", O DE CÓMO SE HACE "TABULA RASA" CON EL PASADO DE LA NOCHE A LA MAÑANA

Foto: Plataforma Defensa del Patrimonio de Jerez

Un soleado domingo de abril como el de hoy invita a pasear por la playa; a recorrer las carreteras serranas y dar gusto al estomago en alguna venta del camino; o, también, a pasar la tarde tomando un cafelito con un pastelito en una terraza sanluqueña o, simplemente, quedarse frito viendo el telefilm de sobremesa repondiéndonos de la mataroniana jornada cofrade de ayer, pero sin embargo aquí estamos: tecleando por el Patrimonio. ¡Ay Dios!, ¿tendremos algún día descanso?

Como ya hemos escrito en otras ocasiones el color inundaba el Jerez Barroco. Las arquitecturas fingidas o el uso del trampantojo -ese engañar al ojo- enraizó fuertemente en una sociedad que vivía de las rentas de un añorado, más que buscado, pasado de esplendor. Por eso, cuando la serena blancura de la cal se alió con los cambios de mentalidad y de gustos estéticos haciendo borrón y cuenta nueva para enterrar definitivamente este colorido mundo de lo irreal, quedaron vedadas a los ojos unas páginas que permitían leer e interpretar este periodo barroco de la Historia y del Arte  

Como testigos de ese color ilusorio del Barroco, algunos de estos renglones de nuestra historia del Arte  esperan ver la luz del Sol ocultos bajo gruesas capas de cal y pintura en muchos edificios de nuestra ciudad. Mientras, otros desaparecen ante nuestros ojos, cansados ya de ver tanta ignominia por todos lados, cayéndose a pedazos tras cada periodo de lluvia, como los estucos con motivos geométricos de la fachada de la casa de la Plaza Mirabal. Y otros, no menos desafortunados, los encontramos perdiendo la partida contra el Tiempo, la humedad y el olvido en algunos de nuestros templos, como las pinturas que recubren las yeserías de la cabecera de la iglesia de San Lucas o las muy destacadas pinturas murales del convento San María de Gracia.

Todos dichos ejemplos se merecen un monográfico y una decidida y valiente denuncia, pero hoy, porque así lo demanda la actualidad, nos vamos a centrar únicamente en las que están o, mejor, estaban ocultas bajo aquella casa de progenie barroca de la plaza de la Puerta de Sevilla (hoy plaza Rivero) en la que a mediados del siglo XVIII habitara el que fuera arquitecto municipal Pedro de Cos y que hoy albergan un establecimiento de hosteleria. 

La voz de alarma al respecto no la ha hecho llegar hoy mismo la "Plataforma para la Defensa del Patrimonio" de Jerez. Nos pone sobre aviso de que se está despojando del enlucido de ésta interesante casa de los siglos XVII-XVIII, que figura en el PGOU. Este descarnado está sacando a la luz sus distintas fases constructivas así como otros elementos no menos interesantes que corren el riesgo de desaparecer. Así, la "Plataforma" se pregunta  "si se han realizado catas para averiguar si en sus paredes, tras las capas de cal de siglos, se conservaban pinturas"  


Fotos: Plataforma Defensa del Patrimonio de Jerez


Y en efecto, la observación detenida así lo indica:  "en sus laterales se adivina cierta tintura que no se corresponde con encalados blancos o de otro color.  En la misma piedra, sin más capas, un fino revestimiento de un color ocre característico de pinturas de fachadas barrocas". Adivinándose que "la casa estaba estucada y pintada imitando la cantería.  Se nota claramente el color ocre de la reproducción a la piedra y el trazo en negro y pintado de blanco en su interior, formando así las llagas entre las hiladas de piedra".


Ignoramos si la actuación se está llevando a cabo con las necesarias medidas de control arqueológico, aunque, como bien apuntan nuestros amigos de la "Plataforma", la desaparición de la Unidad de Arqueología del Ayuntamiento no hace presagiar nada bueno para la conservación y documentación de este revelador registro arqueológico que nos ofrecen los paramentos de nuestros edificios históricos. 


Por otro lado, también es de temer, recordando muchos casos que ya hemos comentados en este blog -véase el Puente de Cartuja-  qué tipo de revestimiento se le dará a golpe de palaustre y brochazo en los próximos días. Temblemos.



Juan A. Moreno.



martes, 19 de marzo de 2013

Un derrumbe olvidado: calle Granada.



Recientemente, en los medios de comunicación saltó la noticia del derrumbe de una fachada en la calle Prieta. Uno más de los muchos ejemplos de arquitectura doméstica que vamos perdiendo en el agonizante casco antiguo de nuestra ciudad. La novedad estaba en la localización de la casa, en un entorno, el de las calles Medina y Arcos, que parece aún vivo y decente. Una muestra de que no sólo el riesgo de destrucción se encuentra en los antiguos barrios del intramuros. 

Pero hoy tenemos que volver de nuevo a ellos, en concreto a la antigua collación de San Salvador. Cerca de la Catedral y lindando con las turísticas bodegas González Byass, se halla esa "molesta" reliquia de nuestro entramado amurallado que es la Puerta del Arroyo. No nos detendremos en su entorno, ya que nuestra compañera Esperanza prepara una próxima entrada en la que abordará el mismo. Hoy sólo nos interesará el derrumbe de una casa  aledaña que está una de esas calles que pocos conocen, la calle Granada. 

El nombre de "Granada" es uno de esos tempranos casos extraños de cambios de denominaciones de calles que se dan a partir de que, ya en el siglo XIX, el Ayuntamiento decide alterar, muchas veces con un marcado sentido político o no poco oportunismo, aquello que hasta entonces había sido bautizado por el Pueblo. Y, en efecto, como nos dice Muñoz y Gómez en su clásico libro sobre las calles y plazas de Jerez, desde el siglo XVI y hasta 1854 fue conocida por el apellido de una de las familias que habitaban en ella, los Granados. La necesidad de no confundirla con su homónima del barrio de San Miguel llevó a esta peculiar derivación.

Pues bien, esta pequeña, recóndita y vieja calle, que corre paralela a la antigua muralla musulmana de la ciudad, ha sufrido en los últimos tiempos una progresiva destrucción de su caserío. El plano adjunto, recogido en el borrador del PGOU actual, nos la muestra todavía con algunas construcciones en ruina, hoy ya "felizmente" desaparecidas. Es la zona colindante a la Puerta del Arroyo, que hace pocos años se intentó adecentar convirtiéndola en plaza, en una de esas discutibles actuaciones municipales que pretendieron "recuperar" la muralla, aunque ello supusiera, en realidad, inventársela... algo similar a lo que se hizo en la calle Muro.



En amarillo, casa nº 5 y bodega anexa. 
El solar anexo antes de su "adecentamiento".


La "muralla" hace un año.

En efecto, lo que hoy vemos son los muros descarnados de los edificios derribados, que poco tienen que ver con el tapial almohade. Pero el limite de la ridiculez se sobrepasa al picar los muros de la casa y bodegas a las que dedicamos esta entrada, haciendo juego con la inventada muralla. Lástima que esa peculiar idea de embellecimiento, que hace eliminar la capa de cal que protege a arquitecturas modestas como éstas, no llevara aparejado una consolidación de lo que se levantaba atrás de ese "decorado". Es el tan conocido fachadismo, tan aplicado en Jerez, pero llevado aquí hasta el delirio. Hoy, además de adornarse por una muy "cuidada" vegetación plantada para la ocasión, parte del muro se ha venido literalmente abajo.



Nos referimos al conjunto formado por la casa nº 5 de dicha calle y la bodega anexa, que posiblemente conserven los restos más antiguos que perduran en la misma. Las siguientes fotografías muestra su evolución a lo largo de los últimos meses.




De hace justo un año son las imágenes que siguen. Todavía la parte de la superior de la fachada seguía en pie y lucía un cartel de una conocida agencia inmobiliaria. 










La puerta aún no había sido tapiada y pudimos sacar por la cerradura esta vista de su patio, un curioso ejemplar de tipología mudéjar, cuyo estado actual desconocemos. La gran sencillez de las fachadas hacen difícil hablar de una cronología aproximada pero no deja de llamarnos la atención, además del referido patio, el tradicional aparejo y la estructuración en dos plantas de la bodega anexa, una organización que recuerda a las de las más primitivos modelos bodegueros del siglo XVIII, de menor altura que los que triunfarán  en el XIX y dotados de un granero superior.



El futuro de este modesto pero interesante conjunto arquitectónico es incierto. El mencionado PGOU sólo establece el grado de "protección cautelar" pero, en cualquier caso, mucho nos tememos que la creciente ruina que presenta terminará convirtiéndolo, si nadie lo remedia, en otro solar. Uno más para la colección.



José Manuel Moreno Arana.