Es la Torre de Babilonia, aquélla que los hombres quisieron hacer para alcanzar el cielo. Pero Jehová, tan sabio, decidió castigar la soberbia humana (la "hybris" entre los griegos) y creó la confusión y el caos, generando las diversas lenguas que impidieron entenderse a los esforzados albañiles, acarreando la ruina de la torre, que se quedó como vemos, según el maravilloso Pieter Brueghel "El Viejo".
Seguro que a los jerezanos les suena mucho este desastre, fruto de la ignorancia, de la soberbia y de la prepotencia brutal que han ejercido desde los despachos aquéllos que estaban encargados de proteger lo mejor de nuestra ciudad, que es nuestro legado histórico que hoy se ve reducido a la miseria que podemos contemplar en cuanto salimos de la calle Larga y de la Plaza del Arenal.
Por el cumplimiento de las Leyes de Patrimonio: ¡¡¡Jerezanos, detengamos esta barbarie!!!
Esperanza de los Ríos
Por el cumplimiento de las Leyes de Patrimonio: ¡¡¡Jerezanos, detengamos esta barbarie!!!
Esperanza de los Ríos
3 comentarios:
ESTIMADOS ESPERANZA y JOSE MANUEL:
!ENHORABUENA por la estupenda y necesaria labor que desde aqui haceis.
Un cordial saludo
Manuel Caballero
Querido Manolo: Otro abrazo para ti, gracias por leernos y ya sabes que puedes participar con tu sabiduría e inteligencia en este blog.
Tu amiga Esperanza
disculpa eres tdj?
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