Vista desde la Corredera parece una aparición fantasmal, algo etéreo suspendido sobre el fondo de la calle, venido de otro mundo... un recinto descarnado que, como tantos otros de la ciudad perteneció al siglo XIX y perteneció a nuestro Patrimonio. Otro edificio más que nos han robado a los jerezanos, porque un edificio o está completo o no es nada.
Como con tantos otros, no se sabe muy bien qué pudo pasar, si sus dueños fallecieron y los herederos se frotaron las manos, o si los habitantes se fueron a un adosado a las afueras, con los niños y los perros... Dejaron las ventanas abiertas "para que esté ventilado" y el viento se llevó cuanto falta.
Pero sí sabemos lo que ocurrirá ahora, que unos cuantos constructores carroñeros le harán un relleno en el mejor "estilo ladrillazo", con mármol de panteón, y se lo llevarán calentito. El Ayuntamiento cobrará bien por la licencia de obras y le dará igual lo que hagan, eso ya no es asunto suyo.
Y los jerezanos ni nos enteraremos de lo que ha pasado.
Pero Jeremías llorará en su corazón, e invocará a los espíritus que la edificaron, para rémora de esta malhadada ciudad.
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