El camino que seguimos hoy no es menos ignominioso que el de otros días, por el descuido y suciedad que nos vamos a encontrar por delante.
La primera foto que vemos del Mamelón, es un edificio de piedra caliza, fue sede de una entidad bancaria y ahora es un restaurante, pero en el siglo XVII pudo albergar la casa de las Recogidas de Ana Diaz. Rehabilitado y reconstruido en parte, ha lucido esa pintada verde donde su autor demostraba valorar poco el Patrimonio de su ciudad y se desautorizaba al escribir sobre esta frágil cantería.
Además, como es preceptivo en esta ciudad y para todo edificio de cierto empaque histórico, ostenta la condecoración de los tres contenedores que completan su decoración y sin los cuales ya no podemos concebir en Jerez la existencia de ninguna construcción monumental.
Es más, cuando todos los bellos edificios que, poco a poco, cada vez van siendo menos, hayan dejado de existir por haberse caído (como Santiago o el Espíritu Santo), los arqueólogos de urbanismo que ya tampoco están, podrían haber identificado el yacimiento de lo que hubo allí por la presencia de esos contenedores que aún seguirán firmes en el mismo lugar.
Continuando por la antigua calle de Piernas, hoy
Guadalete,
podemos apreciar la alegre algarabía de color que la transforma en una clonación de cualquier vía pública de Cartagena de Indias, bella ciudad, donde se pintan las casas de colores.
El complemento de los contenedores es también muy fino.
El edificio neoclásico, señorial y elegante, tampoco se libra de los
correspondientes bombos ecológicos.
De alguna manera, se están convirtiendo en señas de identidad de esta ciudad, donde, incluso, podemos llegar a añorar el breve "monumento a la basura" que este verano decoró la Tornería.
A continuación, entramos por la destrozada y arrasada calle Ídolos, en la
cual, lo poco que queda originario, un resto de una casa del XVII, se
ha estado usando como derribo-muladar, aunque ahora se está limpiando.
Ha sido limpiado, ¡Aleluya! |
Salimos hacia la Victoria y, cruzando hacia Lealas, entramos en la calle Rendona, nombre de los antiguos de la ciudad y que ya se encargará "alguien" de cambiar por otro de corte cofrade o flamenco.
En ella, hay una mayoría de casas cuidadas, bastante antiguas y dentro de lo que es la arquitectura popular de Jerez, con sus patios y su ritmo de vida sereno y calmo que tan atrayente resulta.
Pero como en el cuadro de Poussin "Et in Arcadia Ego", aquí podríamos decir que, también en esta calle, en apariencia feliz, reina la basura.
El basurero sobre la acera que vemos en la foto, ha sido por fin limpiado después de una larga permanencia sobre la acera y aquí hemos de decir que se han hecho los deberes, seguramente después de que los vecinos llevasen a Urbanismo las fotos que me enseñaron.
Sin embargo, la casa vallada delante de la cual se ubicó tanta basura, está en ruinas y tirando de las edificaciones de alrededor.
Desaparecido basurero en medio de la acera de la calle Rendona |
En la esquina con Luis Pérez tenemos una vieja conocida, ya publicada en mi anterior entrada sobre la botellona. No me importa repetir fotos, pues no deja de admirarme el buen gusto a la hora de elegir las bebidas por parte de los posibles "okupas" de lujo que se dieron la gran fiesta en ella: Canasta, La Ina, Tío Pepe, Solera 1847... en fin, todo un templo en honor del dios del vino, el griego Diónisos, o el romano Baco, a gusto del bebedor.
En la esquina de Luis Pérez con Ponce, esta casita, tan coqueta en otro tiempo, hoy convertida también en casa-muladar.
Abandonada hace años, como otras tantas del centro, muestra bajo su enlucido ocre, que ya era tradicional en el Jerez del XVII, su construcción característica, de aparejo mixto de ladrillo y cantería.
También llena de basura, al no estar tapiadas sus ventanas, un recurso fácil y barato para evitar estas situaciones en que las personas maleducadas e incívicas se ahorran el paseo hasta el contenedor más cercano, porque la basura no tiene patas para llegar solita hasta los muladares urbanos.
Y este basurero acuático lo tenemos en la calle Juan de Torres, donde también se conservan interesantes casas de los siglos XVII y XVIII en que se estaba formando este barrio. Pero un fallido ladrillazo nos ha dejado este garaje inundado, en pleno verano y tras un año de sequía.
Terminamos esta instructiva ruta en la calle de la Merced. Esta foto se hizo el 23 de Septiembre, víspera de la Patrona de la ciudad, con solemnes actos de celebración en su basílica y con la calle llena de gente bien arreglada que iba y venía de la iglesia. Como vemos, lo que queda de una casa del XVII, con su puerta bien abierta, nos muestra un colorido y perfumado interior de basuras, como la ventana que la flanquea. Menos mal que el día de la procesión estaba bien cerrada.
El contraste entre el inútil elemento vegetal y la ruina de una casa que pudo haber sido magnífica en su época, es una alegoría de lo mucho que se ha gastado en futilidades mientras lo fundamental, que es el Patrimonio, se va perdiendo irremisiblemente, siendo lo mismo que gobierne Pacheco, con su capillita de cabecera, Sánchez, con su arquitecto favorito o García-Pelayo, con sus educados concejales que tampoco hacen nada.
A lo mejor el autobús turístico que se pretende reflotar en nuestra ciudad, podría pasar por alguna de estas rutas que, como forma alternativa de ocio, podrá caracterizar esta ciudad de Jerez que hoy todos padecemos.
Esperanza de los Ríos
9 comentarios:
Al hilo de este penoso recorrido con casitas de colores y basura, me gustaría saber vuestra opinión sobre las calles cerradas al público de Jerez. Cerca de la casita verde de la calle Guadalete hay una calle que cruza la manzana hasta Divina Pastora. Se llama calle Santísimo Cristo de la Defensión, y cruza entre una zona de viviendas y un supermercado ubicado en un casco de bodega. Pues esta calle se cierra con cancela y llave al atardecer y todo el día si es domingo o festivo; siendo imposible para cualquier ciudadano (que no viva allí, esos si tiene llave) cruzar por una calle que paga con sus impuestos. No entiendo como esto es posible!!
No estoy segura, pero en gran parte, debe ser para evitar la botellona, que lo arrasa todo, como por ejemplo mi barrio, sin que la policía acuda ni el Ayuntamiento tome medidas.
Esas costumbres tercer mundistas lo arrasan todo a su paso, como mi propio barrio, que no tiene rejas y está destrozado y devaluado económicamente. Tras decirselo en persona a la propia Alcaldesa, al concejal de Urbanismo y denunciado en el propio blog, no ha servido de nada, porque cada vez es peor.
Así pues, esperamos que alguna vez tengamos un Ayuntamiento capaz de hacer cumplir sus propias ordenanzas y que se puedan abrir esas rejas y otras muchas, porque cada vez nos parecemos mas al Oeste: el ciudadano se siente desprotegido por sus gobernantes y se defiende como puede, en este caso, con rejas.
Esperanza de los Ríos
Excelente ruta, José Manuel- Leyéndote, me vino a la memoria, la actual alcaldesa, aceptando humilde el aplauso en uno de los actos en defensa del Patrimonio. mientras afirmaba que ella sí se iba a preocupar porque las patéticas imágenes que llenaban nuestras retinas, no se repitieran. Me temo que llevamos el mismo camino.
No creo que para evitar la botellona se tengan que cerrar calles y/o plazas públicas. Es un disparate. Habrá que hacer cumplir la ley y basta. Si mañana me molestan en mi calle ¿puedo pedir que la cierren y me den una llave?
En este caso concreto, creo que el problema puede haber sido los mendigos que habían establecido su "cuartel general" en los soportales de este edificio.
En cuanto a la privatización de calles públicas en jerez hay una extensa historia...En la actualidad habría que analizar cada caso. Uno reciente es el de calle Pilar (calle Francos), del que desde luego no estamos de acuerdo por la chapuza (no sabemos si provisional) que se ha hecho. Chapuza digna del entorno de nuestro casco histórico.
Lo de cerrar las calles viene desde tiempos inmemoriales, tal vez desde la Antiguedad; en la Edad Media tuvo caracter defenisvo y en el XVII también, para evitar a la "gente de mal vivir". En el XIX lo hicieron las bodegas.
En el siglo XXI se supone que las leyes amparan a los ciudadanos pues para eso pagamos impuesto. Pero ya vemos que ni los Ayuntamientos cumplen sus propias leyes ni una parte de los ciudadanos se saben comportar con una mínima educación.
A mi también me parece un disparate que haya que enrejarse para dormir tranquilo.
Pero si nos quedamos callados el Ayuntamiento pasa de todo y ni se entera de que pagamos impuestos para algo.
Por eso existe este blog, para que se enteren de lo mal que lo hacen y de que hay ciudadanos que se portan como cafres; son una minoría pero se notan mucho.
Y por eso nos quejamos y debemos quejarnos mas y mas, hasta que hagan caso. Aunque no se si eso ocurrirá alguna vez....
Esperanza de los Ríos.
Se me olvidaba un tema fundamental actualmente que es el de la especulación inmobiliaria que también ha tenid mucho que ver en estas cosas.
Aunque en el caso de la calle del Pilar creo haber oido argumentar que está en ruinas y es un peligro para los viandantes. Pero si eso fuese cierto, tampoco se hace nada para arreglarlo. Seguro que hay quien se está beneficiando de esta situación.
¿Cuando se hace algo para la gente? Cuando se echa a la calle a gritar y molestar, teniendo que llegara extremos. Ya sabes, los políticos son sordos y ciegos, hasta que llegan las elecciones y se les cae la venda y los tapones de los oídos.
Esperanza
Siento deciros que me parece un pobre argumento decir que las calles ya se cerraban en la antigüedad, en la edad media y mas recientemente las bodegas, calles cedidas gentilmente para un uso privado (regalos de "señoritos" alcaldes a "señoritos" bodegueros). ¿Queréis decir que los vecinos de la calle cerrada se manifestaron para que pusieran una reja? ¿estaría mejor tu barrio enrejado y cerrado? He tenido la suerte de viajar bastante por centro-Europa y, como sabéis, allí no hay rejas ni en las ventanas.
Sin defender la privatización injsuticadas de los espacios públicos, hay que decir, que, de que el poner rejas, celosías, ajimeces... en las ventanas es algo es algo tipicamente de la cultura mediterránea, Jerez, con su flora y su fauna, es un pueblucho muy alejado de Centroeuropa. Y como está la cosa a todos lo niveles y en especial en el cultural (en el que se debe incluir la buena educación, buenos modales o el civismo, como queramos llamarlo para no levantar demagogias baratas), será pronto, es ya, territorio selvático.
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