martes, 29 de marzo de 2011

SAN DIONISIO O LOS JARDINES DEL EDEN


Además de céntrica, acaban de restaurarla. Por dentro la han dejado "presssiosssa", pero por fuera, su aspecto es, a medias aterrador y a medias idilico.Como en un nuevo "Jardin del Eden", donde disfrutaron de la vida nuestros primeros padres, Adan y Eva, la bella floración primaveral convierte las partes altas de nuestra iglesia en un trasunto de vida salvaje y apacible, donde los animales y las plantas crecen sin cortapisas. Solo faltan los dichos Adan y Eva antes del pecado, completando la gozosa visión edénica de esos tejados.

En Enero, todo era verdor, aunque los jaramagos ya alimentaban a las palomas del tejado de la nave, como vemos aquí debajo. Pero en Marzo, el verde explotó en una lujuriante floración rosada, como un centro de flores brotado de forma natural, cuyas simientes no cabe duda de que proceden de la elegante tienda de flores que está en sus bajos. Lo cierto es dichas flores engalanan los vetustos y aburridos muros de piedra grisacea como si de un milagro de la Virgen se tratase.


Evidentemente, el efecto es curioso y bello, ciertamente exótico y muy en consonancia con los Jardines Colgantes de Babilonia, obra magna de Semíramis, la reina-paloma (como relataba Manolo Romero en uno de sus divertidisimos y eruditos artículos del Diario que podeis consultar en este blog) que, tal vez, esté encarnada en alguna de las que en este Templo habitan.

El efecto, con vistas a ser vendido en el paquete de "Turismo de Calidad" no tiene precio, pues algo así jamás se ha visto en nigún lugar del mundo civilizado moderno, si bien en la Antigüedad fue bastante normalito, como hemos dicho.




Un regreso al pasado, digno de los experimentos de Cuarto Milenio, pero más barato y, de momento, menos peligroso, porque...¿Se han fijado los lectores amigos y enemigos, en las grietas que decoran su ábside? ¿Y en el boquete que corroe la esquina del templo dedicado a nuestro Santo Patrón San Dionisio Areopagita?

Habrá algún arquitecto sabio que indique que esas grietas no son peligrosas...que no afectan a la estabilidad del edificio y que no pasa nada porque esten ahí. Pues bueno. Pero la imagen de triste descuido y de abandono que trasluce, es una realidad, como lo es el deprimente aspecto de esas paredes sin revocar del edificio adyacente a la pared del ábside.

La Iglesia no puede con tanto Patrimonio como tiene, la Administración no tiene dinero, el Ayuntamiento, cuando lo tenía, se lo gastó en sembrar la ciudad de rotondas con palmeras y espantosas esculturas. A los jerezanos, todo le da igual y, aunque no les diera, hay un paro brutal y todo el mundo anda a dos velas.
¿Que hacemos? ¿Lloramos? Desde luego, es de lo que dan ganas.

O mejor lo vendemos como "Turismo de Calidad", a ver si le sacamos algún fruto económico...


Esperanza de los Ríos.






4 comentarios:

Cartujón Verbenero dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Esperanza y lo más triste es que la solución es muy fácil. Te la cuento aquí en privado. Se trataría de crear una cuadrilla digamos de en torno a cuatro personas que con un camión de esos con brazo articulado le diera entre febrero y marzo un repasito a todos los monumentos importantes de la ciudad aplicando herbicidas, quitando cuidadosamente las hierbas y repasando las pequeñas grietas y desperfectos que encontraran en el exterior de los edificios (esto en mi pueblo se llama mantenimiento, ¿alguien no lleva su coche una vez al año al taller para la revisión?). Supongamos que esto cuesta en torno a 20.000 € al año (por decir una cifra). Si se reuniesen la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento, el Obispado y la Unión de hermandades (o el conjunto de hermandades afectadas) saldrían por 5.000 € al año. A parte la mejora del aspecto de los edificios se evitarían muchas patologías que requerirían costosos proyectos de restauración ¿Qué os parece?
Esta propuesta tiene un grave inconveniente: es sensata y económica, lo que en nuestro entorno la hace totalmente inviable.
Saludos

Jerez dijo...

En efecto. Lamentablemente la sensatez es un bien escaso en estos días.

Juan Antonio.

Jerez dijo...

Ay Cartujón, Cartujón...El día que nuestras instituciones aboguen por medidas de este tipo es que no estaremos en Jerez, Andalucía o España, sino en Finlandia.
Ojalá que algún día te oigan y esto pudiera ir cambiando a una mayor racionalización, mejor uso de nuestros impuestos y un adecentamiento de nuestra cochambrosa (por sucia, eh¡) ciudad.
Un abrazo
Esperanza

Anónimo dijo...

Sí, no sería esa una mala fecha para llevar a cabo dicha actuación pues hay que contar con la presencia del cernícalo primilla en nuestros monumentos, una pequeña rapaz amenazada que lleva conviviendo con el hombre por milenios y que utiliza los edificios de interés histórico-artístico para la cría. Ellos llegan de África para reproducirse en nuestras latitudes, pues son migradores, a mediados de febrero-principios de marzo, y una interferencia de este tipo en los primeros momentos tampoco les va a suponer mucho. Desde mediados de marzo en adelante ya sí seria catastrófica!
Saludos