Que Jerez y Sevilla son ciudades hermanas no lo duda nadie, ni aquí ni allí (no sé que es aquí ni allí, yo escribo ahora desde Sevilla). Y como confirmación, hay ejemplos que demuestran el paralelismo entre ambas y no solo para las fiestas y el cachondeo, sino también a la hora de destrozar el Patrimonio cuando se pueda, sin freno y sin vergüenza alguna, con tal de ganar dinero ("ellos....", quienes ya sabemos).
Un ejemplo de esto es el destrozo del casco histórico, que en Sevilla no ha sido menos implacable que en Jerez. Existían casos tan graves como el de la Plaza del Duque, salvajemente masacrada por un historiador del Arte, D. José Hernández Díaz, el de la antigua Universidad, hoy Facultad de Bellas Artes donde trabajo... y muchos más, al fin y al cabo, esto no es "Sevilla, Patrimonio Destruido," aunque nos copien un poco (Y nos alegramos mucho, a ver si sirve).
Pero lo más sangrante, es lo que hoy mostramos, las tremendas "setas alucinógenas" que ha dejado de herencia del actual regidor municipal, convertido en Faraón Hispalense, gemelo en su ambición de otro Faraón que pululó por esta nuestra ciudad durante 25 años.
Evidencia de lo que digo es esta vista de las susodichas setas vistas desde mi azotea. Lo peor es que las veo desde mi salón, desde mi trabajo... pesadilla...
Como paralelismo, el Monstruo Don Osuno, con análogo impacto visual y carencia de principios por parte de los responsables de la protección del patrimonio.
¿Donde estaban las autoridades de Patrimonio de la Junta que permitieron esto? ¿Existen para algo mas que para cobrar su sueldo y lo que caiga?
Y para colmo, también en Sevilla hay un personaje que, como el de Jerez, se dedica a pintar iglesias y a intentar incendiarlas por varios y peregrinos sistemas.
De verdad, somos clónicas. ¿Saldremos de esta? ¿Aprenderemos?
Como paralelismo, el Monstruo Don Osuno, con análogo impacto visual y carencia de principios por parte de los responsables de la protección del patrimonio.
¿Donde estaban las autoridades de Patrimonio de la Junta que permitieron esto? ¿Existen para algo mas que para cobrar su sueldo y lo que caiga?
Y para colmo, también en Sevilla hay un personaje que, como el de Jerez, se dedica a pintar iglesias y a intentar incendiarlas por varios y peregrinos sistemas.
De verdad, somos clónicas. ¿Saldremos de esta? ¿Aprenderemos?
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